En las bases militares suele haber exposiciones de maquinaria bélica que han formado parte de alguna campaña, como tanques y medios de transporte. Esto representa un orgullo para la defensa del país. Sin embargo, esta costumbre tiene un significado diferente para la dictadura venezolana.
CNW, un grupo de expertos en asuntos militares, compartió una imagen de un narcosubmarino que se exhibe en una base militar en Caracas. No se sabe si es como un trofeo o si tiene algún otro significado.
En abril del 2022, se halló un objeto en el Río Arauca. Un usuario de Twitter que comentó la publicación de CNW informó que el objeto se exhibe en la base ZODI, ubicada en Gran Caracas, estado Miranda.
El año pasado se dio a conocer la noticia de que se había logrado capturar un artefacto, lo cual proporcionó información nueva para los especialistas en el tráfico de drogas internacional.
El ejército madurista muestra con orgullo un equipo semi sumergible único, diferente a los demás usados por el narcotráfico. Esta captura presentó un diseño que no se había visto antes.
Sutton explica que, aunque es sencillo, posee muchos detalles interesantes. Da la impresión de que quien lo construyó se había dedicado mucho tiempo a ello, pues parece estar completamente acabado.
El compartimento de la tripulación se encuentra en el centro del barco. Su diseño es aproximadamente cilíndrico, al igual que los submarinos normales, permitiendo así sumergirse completamente. Hay pequeñas ventanas rectangulares ubicadas en la parte delantera y trasera de esta cabina, que aunque parezcan herméticas a bajas profundidades, permiten el paso de luz para ayudar con la navegación en la superficie.
Sin embargo, el principal apoyo para la navegación es un mástil electroóptico. Funciona como un periscopio, con dos dispositivos ópticos. El superior es una cámara montada en una bola que se asemeja a una cámara de vigilancia externa estándar. La otra está orientada hacia adelante.
El piloto estaba sentado en una cómoda silla en la parte posterior del compartimento de la tripulación. No se sabe exactamente cuántos miembros de la tripulación había, pero es bastante reducido, por lo que probablemente eran uno o dos. Esto limitaría su autonomía.
Los controles alrededor del puesto de mando indican que hay cinco baterías. Las fotos muestran algunas baterías de plomo-ácido de alta resistencia. También se ve un cargador pesado, lo que indica que el submarino usa la energía de las baterías cuando está sumergido.
El barco posee un pequeño motor diésel situado en la popa, el cual se encuentra en un compartimento separado con su propia escotilla de acceso. Esta motor sirve para recargar las baterías y también para mover la hélice cuando navega sobre la superficie.
En la parte delantera hay una bodega de carga. Se sospecha que está inundada para ayudar con el lastrado, aunque no se ha confirmado. La capacidad de carga es probablemente mucho menor que en los submarinos usados para narcotráfico, sin embargo, su valor sigue siendo de decenas de millones de dólares.