Los senadores señalan en su documento que el partido dirigido por Santiago Abascal sostiene la vida desde el momento de la concepción hasta su fin. No obstante, este Proyecto de Ley "desprecia el derecho más esencial, contrariando el derecho natural, el bien común y la sagrada dignidad de la vida humana".
Los senadores de VOX denuncian que la legislación española se ha adaptado a los parámetros ideológicos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que incluye los "derechos sexuales y reproductivos". Además, lamentan que el Parlamento Europeo haya considerado el aborto como un derecho reproductivo. Esto significa que "lo que antes era un delito (un mal) ahora es un derecho (un bien)". Los senadores recalcan que "en ningún caso puede considerarse como un derecho matar a otro ser humano".
Los tres diputados de VOX en el Senado instan al Gobierno, que según ellos promueve la "cultura de la muerte", a cumplir con su "obligación de proteger al no nacido" según lo establece el artículo 15 de la Constitución Española.
Los senadores advierten que el Proyecto de Ley Orgánica es una amenaza a las normas que regulan las profesiones sanitarias. Esto se debe a que ignora el Código de Deontología Médica, que exige respeto por la vida humana, la dignidad y la salud. Además, el reconocimiento de la objeción de conciencia está limitado, ya que sólo se garantiza si hay otra persona dispuesta a realizar el aborto.
La ley excluye del derecho a objetar a los sanitarios que no estén "directamente involucrados". Sin embargo, VOX sostiene que aquellos profesionales cuyo papel en el aborto no sea directo, pero sí necesario y real, deben poder ejercer su derecho a objetar.
En relación a la gestación subrogada, el Proyecto de Ley "no ofrece ninguna solución" ya que "de hecho se realizan acuerdos de gestación por sustitución sabiendo que son ilegales". Por esta razón, VOX considera necesario "promover las reformas legales necesarias para prohibir y sancionar la gestación subrogada llevada a cabo por los españoles tanto dentro como fuera de España".
Los senadores de VOX han señalado su preocupación por la eliminación del plazo de reflexión de tres días previo al aborto, así como la obligatoriedad de informar a la mujer sobre los recursos y ayudas existentes para continuar con el embarazo. Según ellos, "no se puede hablar de libertad si sólo se ofrece una vía posible, la del aborto, y se ocultan las demás alternativas que podrían garantizar la vida del no nacido o, al menos, permitir que la decisión se adopte conociendo todas las opciones y los efectos negativos que puede acarrear".
Las denuncias recogidas por el veto señalan que el Proyecto de Ley «ignora completamente a los padres», quienes «no tienen ninguna participación en la decisión que puede suponer la muerte de su hijo no nacido». Esto hace que resulte ofensivo que el Proyecto establezca como principio rector de los poderes públicos en la materia la “implicación de los hombres”.
El veto incluye la desconfianza hacia el Proyecto de Ley, que cuestiona la voluntad y habilidad de los padres para cuidar sus hijos. Esto se evidencia en la incorporación de que “en caso de discrepancia entre un menor y quienes deben dar su consentimiento, los conflictos se resolverán según lo establecido por la ley civil a través de la autoridad judicial”.