CLAVES

Los presupuestos que Ayuso niega a los madrileños

José Rodríguez | Miércoles 28 de diciembre de 2022
Las enmiendas por las que VOX luchó hasta el final para que fueran debatidas en las Asamblea de Madrid, y que, tanto la izquierda como el PP, rechazaron, incluían una serie de medidas que hubieran garantizado un alivio económico a las familias madrileñas ante un 2023 lleno de incertidumbre, y en el que la inflación seguirá, de acuerdo con las previsiones, presente.

Las enmiendas por las que VOX luchó hasta el final para que fueran debatidas en las Asamblea de Madrid, y que, tanto la izquierda como el PP, rechazaron, incluían una serie de medidas que hubieran garantizado un alivio económico a las familias madrileñas ante un 2023 lleno de incertidumbre, y en el que la inflación seguirá, de acuerdo con las previsiones, presente.

Sin embargo, un error informático y la negativa del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, apoyada por toda la izquierda, de admitir a trámite las enmiendas de VOX han llevado a los madrileños a afrontar un 2023 marcado por el mantenimiento de entes duplicados; ayudas a la Agenda 2030; y subvenciones tanto a la patronal como a los sindicatos.

En sus mejoras, Rocío Monasterio y su equipo mostraban la capacidad de la región para recaudar dinero, sin, para ello, tocar el bolsillo de los madrileños. Así, proponía eliminar las partidas dedicadas a patronal y sindicatos, que alcanzan ya lo 22 millones de euros. Del mismo modo, se encontraba la reducción de los gasto de promoción del Ejecutivo de Ayuso, que suponen 62 millones.

Los diputados de VOX, además, habían realizado un estudio por el que se proponía eliminar o integrar entres y organismos en otros. Así, hasta ocho entes podían pasar a ser gestionados por la Administración General del Estado, mientras que siete fundaciones y entes se podían integrar en otros organismos, con el consiguiente ahorro que suponían, y hasta cuatro empresas pasarían a ser sometidas a auditorías funcionales.

Respecto a las auditorías, Monasterio destacaba que en los Presupuestos que Ayuso tenía previstos para 2023 se encontraba una partida para Madrid Activa, cuya misión es alquilar unas naves nido para emprendedores y vender unos restos de parcelas en un polígono de Alcalá. En definitiva, «la mayor parte del presupuesto es para pagar el salario de la Dirección General y tres ayudantes». De modo, que «es necesario liquidar la sociedad en el primer semestre de 2023″. Ni la izquierda ni Ayuso estaban dispuestos, tan siquiera, a debatirlo».

Tampoco olvidaba la calculadora de Monasterio a Telemadrid, que, si bien para 2023 consiguió rebajar el presupuesto un 10%, partiendo de 74 millones. Sin embargo, Ayuso y su equipo habían obviado ese recorte para el próximo ejercicio, y habían aumentado la partida para la cadena pública regional hasta los 76,2 millones en concepto de contrato-programa». El equipo de VOX proponía, al menos, «reducir 7,6 millones, hasta los 68,6 millones de euros».

Una vez que el equipo de Monasterio había recuperado el dinero que del que no se benefician los madrileños directamente, la diputada lo ponía de inmediato a disposición de los ciudadanos. Así, su primera enmienda iba destinada a la reducción de medio punto en el tramo autonómico del IRPF, en todos los tramos, y deflactación automática anual de la tarifa del IRPF. De no hacerlo, advertía, «se suben de facto los impuestos».

Otro problema detectado por el Grupo Parlamentario de VOX en la Asamblea es la dificultad para acceder a una vivienda. Por ello, Monasterio proponía un tipo reducido para el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, al 3%, y la bonificación de los Actos Jurídicos Documentados. Y es que, tal y como denunciaban, el «nuevo valor de referencia de los inmuebles, hace que la base imponible a efectos de ITP y AJD se hayan elevado una media del 17%».

Monasterio proponía en sus enmiendas, además, un bono energético, de 500 euros, para aquellos establecimientos/unidades de negocio pequeños y medianos en que la factura energética en el interanual haya crecido más de un 30% a lo largo de un trimestre y que represente en el total de los costes más del 15% de los insumos. El coste de esta propuesta alcanzaba los 20 millones de euros -menos de los 22 millones que se ahorraban los madrileños de subvenciones a la patronal y sindicatos-.

Las enmiendas de VOX no pasaban por alto la maternidad. Así, ampliaban la ayuda a mayores de 30 años, es decir, no discriminan por edad a quien desea tener hijos. Se concedería, por lo tanto, una ayuda mensual de 500 euros por hijo, desde la presentación de la solicitud hasta el último día del mes en el que se cumplan 24 meses desde el parto.

También dentro del ámbito familia, una de las banderas de VOX, estaba destinar 30 millones de euros a un cheque nominativo para que las familias pudieran hacerse cargo de los familiares en el hogar.

Las enmiendas que ni Ayuso ni la izquierda han querido debatir incorporaban una de las reivindicaciones de los médicos madrileños: el aumento salarial. Además, preveía el aumento «al menos y de forma inmediata» de la partida para los pediatras de un millón de euros.

La Agenda 2030 no se libraba de la motosierra de VOX. Así, se proponía eliminar las actuales subvenciones que concede la Comunidad de Madrid a los ayuntamientos para la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), sustituyéndolas por un servicio de asesoramiento que les permita sortear las imposiciones ideológicas de la izquierda sin contravenir las obligaciones impuestas por la Ley 7/2021.

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