Tras el terremoto causado en Bruselas por la trama de supuestos sobornos a eurodiputados que involucra a Qatar y Marruecos, la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, teme que "puedan aparecer" nuevos casos similares con más países. "Sospecho que pueden aparecer nuevas situaciones, pero tendremos que esperar para ver. Probablemente, la investigación realizada por la policía belga y otras entidades hará que salgan más cosas", advierte O'Reilly en una entrevista virtual con EFE.
La responsable de investigar las quejas por malas prácticas de los organismos europeos ha señalado que el Parlamento Europeo cuenta con "un sistema bastante ineficaz" para vigilar los conflictos de intereses y asegurar la rendición de cuentas.
Según O'Reilly, si un país ajeno a la Unión Europea intenta influir en el Parlamento, no hay necesidad de registrarse en el registro de transparencia. Esto significa que se pueden realizar acciones sin ser examinadas por el público, lo cual él lamenta.
La Defensora del Pueblo está de acuerdo con las acciones tomadas por la Eurocámara para lidiar con el escándalo, que incluyen detener los procesos legislativos relacionados con Qatar y prohibir la entrada a la sede del Parlamento de personas que representen los intereses del emirato.
A pesar de todo, O'Reilly exige medidas más amplias para abordar el problema de forma sistemática y, específicamente, insta tanto al Parlamento Europeo como a la Comisión Europea a crear un órgano de supervisión ética autónomo. "El Parlamento votó con una inmensa mayoría para suspender a Eva Kaili como vicepresidenta, quien está en el centro de la controversia. Pero las cosas no mejorarán realmente hasta que el Parlamento vote con la misma mayoría a favor de crear un organismo de control ético independiente", afirmó.
La Defensora del Pueblo Europeo declaró que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, había prometido esto antes de ser elegida en 2019.
Le reprocha que, pasados tres años, todavía no se haya presentado una propuesta oficial por parte del Ejecutivo comunitario para crear este nuevo organismo ético. También lamenta que la propuesta hecha por el Parlamento haya sido "debilitada por razones políticas".
Según se afirma, hay 700 eurodiputados con diferentes características y principios éticos. Por lo tanto, es necesario un liderazgo. Si no viene desde la parte superior, nada sucederá. Si los líderes políticos del Parlamento, la Comisión y el Consejo no lo consideran una prioridad, no habrá avances.
Según O'Reilly, para prevenir situaciones similares a la actual trama de presuntos sobornos relacionados con países extranjeros, es necesario que la UE tome conciencia del "poder que posee" en el mundo, ya que esto puede desencadenar la corrupción.
Muchas personas intentan influenciar a la UE, ya que es una figura de gran importancia en el ámbito político, comercial y regulatorio. Sería sorprendente que ningún Estado tratara de sobornar a alguien dentro del Parlamento Europeo o en el resto de la administración europea”, afirma. Y agrega: “Por lo tanto, la UE debe darse cuenta de que muchos actores van a intentar influenciarla o incluso corromperla para encontrar sus puntos débiles y solucionarlos”.
Si los líderes comunitarios no toman medidas, O'Reilly advierte que la UE proporcionará "armas" a aquellos que son "escépticos o hostiles" con el proyecto de la comunidad.
Opino que es digno de noticia que líderes como Víktor Orbán, el primer ministro húngaro, cuestionaran a la UE por lo que ellos percibieron como hipocresía, acusándola de violar el Estado de Derecho.
Por esto, es importante que los organismos comunitarios sean completamente transparentes, especialmente cuando hay regímenes autoritarios involucrados, como Qatar y Marruecos, que han sido vinculados con presuntos sobornos en el Parlamento Europeo.
La gente requiere sinceridad. Necesitan que les digan lo que realmente sucede. Que alguien salga y en lugar de hablar bonito acerca de valores, diga: "Mirad, no nos gusta mucho tratar con este país, pero por otro lado, necesitamos esta fuente de recursos u otra". Así lo afirmó O'Reilly.
La Defensora del Pueblo Europeo ofrece su "ayuda" a las instituciones de la UE, especialmente al Parlamento, para lograr un sistema de prevención de la corrupción que funcione.