Aunque cada vez más gobiernos y agentes no estatales se comprometen a un balance neutro de carbono, los requisitos para cumplir los objetivos de reducción de emisiones presentan vacíos legales “tan amplios como para que los atraviese un camión de gasóleo”, denunció el Secretario General de la ONU al publicarse el martes el primer informe del grupo de expertos en la materia.
El informe denuncia la ecoimpostura (un lavado de imagen para hacer creer al público que las medidas de impacto medioambiental de una empresa o entidad son mayores de las que efectúa en realidad) y las poco convincentes promesas de reducción de emisiones contaminantes.
Además, ofrece una manera de garantizar la veracidad de los compromisos de reducción de exhalaciones por parte de la industria, las instituciones financieras, las ciudades y las regiones, así como el apoyo a una transición global y equitativa hacia un futuro sostenible.
Según los expertos, estos agentes no pueden aparentar una neutralidad de carbono mientras siguen construyendo o invirtiendo en el abastecimiento de combustibles fósiles o cualquier otro tipo de actividades destructivas para el medio ambiente.
Tampoco pueden participar o hacer que sus socios participen en actividades de presión contra el cambio climático o limitarse a informar sobre una parte de los activos de sus empresas mientras ocultan el resto.
"Debemos tener tolerancia cero con la ecoimpostura de la neutralidad de carbono. El informe del Grupo de Expertos presentado hoy es una guía para garantizar la credibilidad y la rendición de cuentas de los compromisos de reducción a un balance cero de carbono”, dijo António Guterres en la presentación del informe en la COP27 en Sharm el-Sheikh, en Egipto.
Durante el transcurso de la anterior conferencia climática celebrada en la ciudad escocesa de Glasgow, Guterres anunció que nombraría un Grupo de Expertos para abordar el "exceso de confusión y el déficit de credibilidad" sobre los objetivos de balance cero de emisiones de las entidades no estatales.
El primer informe del grupo es el resultado de un intenso trabajo y consultas a lo largo de siete meses y reúne los mejores consejos de los 17 expertos seleccionados por el Secretario General.
Mediante una serie de diez recomendaciones prácticas, el informe aporta claridad en cuatro áreas clave definidas por Guterres: la integridad medioambiental, la credibilidad, la responsabilidad y el papel de los gobiernos.
Las promesas de huella cero de carbono deben ajustarse a los parámetros establecidos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que limitan el calentamiento a 1,5 grados centígrados.
"Esto significa que las emisiones mundiales deben disminuir al menos un 45% para 2030 y llegar a cero en 2050. Los compromisos deben establecer objetivos temporales cada cinco años a partir de 2025", explicó el Secretario General.
Además, estos objetivos deben abarcar todas las emisiones de efecto invernadero en todos sus ámbitos. Para las instituciones financieras esto significa todas sus actividades financieras, y para las empresas y ciudades significa todas las emisiones: directas, indirectas y las que se originan en las cadenas de suministro.
"Se trata de un mensaje claro para todos los que gestionan las actuales iniciativas de carácter voluntario, así como para los directores generales, los alcaldes [y] los gobernadores que se comprometen a alcanzar un nivel cero: Acaten esta norma y actualicen sus directrices de inmediato, y desde luego no más allá de la COP28", subrayó Guterres.
El titular de la ONU también envió un mensaje contundente a las empresas dedicadas a la extracción de combustibles fósiles y a sus "promotores financieros" que mantienen compromisos, pero que excluyen productos y actividades que envenenan el planeta y les instó a revisar sus promesas y alinearlas con las orientaciones del informe.
“El uso de falsas promesas de neutralidad en emisiones de carbono para encubrir la expansión masiva de los combustibles fósiles es reprobable. Es un engaño absoluto. Este encubrimiento tóxico podría empujar a nuestro mundo al precipicio climático. La farsa debe terminar".
Guterres afirmó que los compromisos de balance cero deben ir acompañados de un plan que explique cómo se realizará esa transición.
"Los directivos deben rendir cuentas sobre el cumplimiento de estas promesas. Esto significa defender públicamente una acción climática contundente y divulgar cualquier actividad de los grupos de presión", dijo, y añadió que la ausencia de normas, reglamentos y rigor en los bonos del mercado del carbono es muy preocupante.
Además, deben detallar cómo la transición responderá a las necesidades de los trabajadores de las industrias de los combustibles fósiles y de los sectores afectados por la transición de las energías renovables.
El informe también proporciona información clara y detallada sobre lo que deben hacer las empresas, las instituciones financieras y las autoridades subnacionales para eliminar gradualmente el carbón, el petróleo y el gas.
El Secretario General llamó a todas las iniciativas voluntarias de huella cero de carbono a intensificar los esfuerzos para estandarizar los informes de progreso, en un formato abierto y a través de foros públicos que suministren información al Portal para la Acción Climática Mundial.
"Debemos trabajar juntos para colmar las lagunas derivadas de la falta de autoridades externas creíbles y universalmente reconocidas, fortalecer los mecanismos preparados para conducir este proceso de verificación y rendición de cuentas", explicó.
Por último, Guterres indicó que los gobiernos tienen que garantizar que las actuales iniciativas voluntarias se conviertan en una "nueva normalidad".
"Insto a todos los líderes gubernamentales a brindar a las entidades no estatales unas condiciones equitativas que les permitan realizar una transición para alcanzar un futuro justo y con cero emisiones. Resolver la crisis climática requiere un fuerte liderazgo político", subrayó, reiterando que los países desarrollados también deben acelerar su descarbonización y predicar con el ejemplo.
El informe llega en un año en el que el mundo se vio asolado por una crisis energética desencadenada por la invasión rusa de Ucrania, así como por interminables repercusiones climáticas, como las demoledoras inundaciones en Pakistán y la devastadora sequía en Estados Unidos.
En la actualidad, más del 80% de las emisiones mundiales están sujetas a compromisos de neutralidad en emisiones de carbono.
"En este momento, el planeta no puede permitirse retrasos, excusas o más ecoimpostura", afirmó la exministra canadiense Catherine Mckenna, presidenta del Grupo de Expertos de Alto Nivel.
Mckenna felicitó a las empresas que invierten en innovación, los inversores que trasladan su dinero de fuentes “sucias” a “limpias” y las ciudades que cambian su red energética por las renovables.
"Pero la mala noticia es que muchos de los compromisos de neutralidad en carbono son poco más que eslóganes vacíos y publicidad", afirmó. "¿Por qué es tan mala la ecoimpostura? En parte, porque hay mucho en juego. No se trata sólo de la publicidad, sino que las falsas afirmaciones de neutralidad aumentan el coste que, en última instancia, pagará todo el mundo. Incluida la gente que no está en esta sala, por el enorme impacto, la migración climática y sus propias vidas".
La exministra canadiense también indicó que el presidente francés, Emmanuel Macron, y el enviado de la ONU para el clima, Michael Bloomberg, lanzaron una nueva iniciativa para la creación de un servicio público de carboneutralidad, que ofrecerá información verificada a fin de que las empresas rindan cuentas.