La Guerra Fría colocó a la humanidad a minutos de la aniquilación y hoy, décadas después de la caída del Muro de Berlín se vuelve a sentir esa amenaza, dijo este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas con motivo del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
António Guterres participó en el evento de alto nivel que se llevó a cabo en el marco del debate de la Asamblea General con motivo de la jornada, celebrada cada 26 de septiembre.
“Las armas nucleares son el poder más destructivo jamás creado. No ofrecen seguridad, sólo carnicería y caos”, subrayó Guterres llamando a eliminarlas para dar a las generaciones futuras “el mejor de los regalos”.
El desarme nuclear fue el tema de la primera resolución aprobada por la Asamblea General en 1946 y forma parte de la agenda de la Organización desde 1959; sin embargo, es un objetivo que sigue pendiente.
El mes pasado tuvo lugar la décima Conferencia de Revisión del Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares y, si bien las partes se acercaron a un consenso, no se logró un resultado favorable.
“Estamos decepcionados, pero no nos rendiremos”, señaló Guterres refiriéndose a esa falta de acuerdo e instando a todos los Estados a utilizar todas las vías del diálogo, la diplomacia y la negociación para “aliviar las tensiones, reducir el riesgo y eliminar la amenaza nuclear”.
Con una enérgica advertencia, el Secretario General aludió implícitamente a la guerra en Ucrania y a las recientes declaraciones sobre el posible uso de armamento atómico.
“La era del chantaje nuclear debe terminar. La idea de que cualquier país podría pelear y ganar una guerra nuclear es desquiciada. Cualquier uso de un arma nuclear incitaría a un Armagedón humanitario. Necesitamos dar un paso atrás”, enfatizó.
El titular de la ONU exhortó a aprovechar el nuevo año de sesiones de la Asamblea General para trabajar por el futuro que la humanidad necesita y recordó que éste no llegará mientras sigan existiendo esos arsenales.
“Sin eliminar las armas nucleares, no puede haber paz. No puede haber confianza. Y no puede haber un futuro sostenible”, alertó.
Guterres argumentó que para alcanzar el desarme nuclear y la no proliferación se requiere una nueva visión y señaló que su Nueva Agenda para la Paz exige un desarme significativo y un entendimiento común de las amenazas múltiples que pesan sobre la humanidad.
“Debemos tener en cuenta la evolución del orden nuclear, incluidos todos los tipos de armas nucleares y sus sistemas vectores. Y debemos abordar las líneas borrosas entre las armas estratégicas y las convencionales, y el nexo con los nuevos dominios del ciberespacio y el espacio exterior”, explicó.
Tras comprometerse a trabajar en colaboración estrecha con todos los Estados miembros para llegar a un consenso, el Secretario General defendió resueltamente la meta de lograr la desnuclearización.
“El desarme nuclear no es un sueño imposible”, aseveró.
En la misma línea, el presidente de la Asamblea General llamó a celebrar el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares con “determinación genuina y renovada” de terminar con ese armamento.
“Tenemos los datos. Tenemos la ciencia. Tenemos los marcos multilaterales. En este momento crítico, invirtamos la tendencia a la desconfianza y la confrontación y, en su lugar, centrémonos en compromisos racionales y soluciones sabias”, apuntó Csaba Körösi.
Expuso que la humanidad entera se beneficiaría si pudiera asegurarse de que nunca volverá a ocurrir una atrocidad como la de Hiroshima y Nagasaki, donde Estados Unidos lanzó sendas bombas atómicas causando muerte y devastación sin precedentes.
“Estos trágicos acontecimientos conmocionaron profundamente nuestra conciencia colectiva. Esa fue la única vez en la historia que se usaron armas nucleares en una guerra. Al menos hasta ahora”, acotó.
Körösi indicó que en los primeros días de este año, los líderes de los cinco Estados que poseen armas nucleares afirmaron conjuntamente que “una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar”, y deploró que sólo nueve meses después, las tensiones entre las potencias mundiales hayan alcanzado niveles máximos de alarma.
“Estamos de nuevo, permanentemente a 100 o 110 segundos de lanzar un ataque nuclear al que seguirán las respuestas. La guerra en Ucrania ha planteado riesgos creíbles de desastre nuclear global y, como advirtió el Organismo Internacional de Energía Atómica, ciertos círculos están jugando con fuego”, puntualizó.
El presidente de la Asamblea concluyó citando a Albert Einstein: “No sé con qué armas se pelearía la Tercera Guerra Mundial, pero sé que la guerra posterior se peleará con piedras y palos”.