El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este miércoles en la Asamblea General de la ONU que Rusia violó los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas al invadir a Ucrania y criticó el uso del veto que ha hecho Moscú en el Consejo de Seguridad con respecto a ese conflicto.
En ese contexto, Biden solicitó la expansión del Consejo de Seguridad “para que pueda responder mejor a las necesidades del mundo de hoy” y recordó que los miembros permanentes de ese órgano -incluido su país-, deben abstenerse de ejercer su derecho de veto “salvo en situaciones extraordinarias”.
El mandatario estadounidense participó en el segundo día del segmento de alto nivel del debate de la Asamblea General de la ONU, rompiendo la tradición de ser el segundo orador del cónclave en la jornada de apertura en su condición de país sede de la Organización.
Según el planteamiento de extensión del Consejo de Seguridad, África y América Latina y el Caribe deberían tener puestos permanentes y se deberían incluir más miembros no permanentes, entre otros para “las naciones que hemos apoyado durante mucho tiempo”.
Durante una alocución en la que apeló constantemente a la Carta de la ONU, Biden calificó la guerra en Ucrania como “brutal e innecesaria” y sostuvo que fue decidida por un solo hombre, el presidente de Rusia Vladimir Putin.
“Hablemos claro: un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas invadió a su vecino, intentó borrar un Estado soberano del mapa. (…) Rusia ha violado descaradamente los principios básicos de la Carta de la ONU”, dijo.
El mandatario acusó a Rusia de las “amenazas irresponsables” de utilizar armas nucleares y del llamado de las reservas militares anunciado esta mañana en el Kremlin.
“Una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe pelear”, advirtió y añadió que “nadie amenazó a Rusia y nadie más que Rusia buscaba conflicto”, destacando en contraposición el apoyo financiero y militar que ha recibido Ucrania “para su defensa" de unos 40 Estados miembros de la ONU. Asimismo, reiteró la solidaridad de Estados Unidos con Ucrania.
Enfatizó que su país siempre se ha pronunciado por una visión democrática del mundo y que seguirá trabajando para “defender y fortalecer” la democracia dentro y fuera de sus fronteras porque “sigue siendo el máximo instrumento de la humanidad para abordar los desafíos de nuestro tiempo”.
En este tenor, exhortó a todos los países a sumarse al compromiso con la democracia y a tener en cuenta que la Carta de la ONU, que sirve de base a un orden justo y pacífico, está bajo ataque de quienes buscan distorsionarla para su beneficio político.
Por otra parte, el líder estadounidense denunció el empeoramiento de la seguridad alimentaria mundial -que ya era precaria a causa de la pandemia de COVID-19- desde el inicio de la guerra en Ucrania, que ha empujado a 47 millones de personas más a una situación de hambre, y anunció que su gobierno aportará 2900 millones de dólares adicionales en fondos para combatir ese flagelo. Estos recursos se sumarán a los 6.900 millones comprometidos con anterioridad, agregó.
“Mientras tanto Rusia está mintiendo al tratar de atribuir la crisis de alimentos a las sanciones impuestas por muchos países del mundo por la agresión a Ucrania, así que déjenme ser claro: nuestras sanciones permiten explícitamente a Rusia la exportación de alimentos y fertilizantes sin limitaciones. Es una guerra de Rusia, una guerra de seguridad alimentaria y sólo Rusia le puede poner fin”, puntualizó.
Prosiguió encomiando la iniciativa de granos del Mar Negro, agradeciendo al Secretario General su trabajo para lograrla y demandando que el acuerdo se amplíe para aumentar las exportaciones de comida.
Estados Unidos urgió a todos los países a no prohibir la exportaciones de alimentos o retener los granos mientras haya tanta gente sufriendo “porque al margen de nuestras divisiones, si un padre no puede alimentar a sus hijos, nada más importa”, recalcó.
Entre otros temas, Biden también abordó el del programa nuclear iraní puntualizando que Estados Unidos no permitirá por ningún motivo que ese país tenga armas atómicas, aunque matizó esta aseveración inclinándose por evitar el conflicto.
“No permitiremos que Irán adquiera un arma nuclear”, subrayó. “Sigo creyendo que la diplomacia es la mejor manera de alcanzar ese resultado”, añadió, indicando estar abierto regresar a un acuerdo con el país de Asia Central.
De Irán también denunció los abusos de los derechos humanos y expresó el apoyo estadounidense a los ciudadanos y las mujeres que se manifiestan para defender sus garantías fundamentales.
Con respecto a su rivalidad comercial con China, Biden aseveró que Estados Unidos no pretende escalarla y que se comportará como un “líder razonable”.
“No buscamos un conflicto, no buscamos una guerra fría. No le pedimos a ninguna nación que escoja entre Estados Unidos o cualquier otro país, pero mantendremos la promoción de un mundo libre, abierto, seguro y próspero donde haya oferta para todos y con inversiones diseñadas no para fomentar la dependencia sino para aliviar cargas y ayudar a las naciones a ser autosuficientes”, apuntó.
Asimismo, refrendó el compromiso de Estados Unidos “con la política de ´Una China´, que ha ayudado a prevenir conflictos durante décadas”.
Para terminar su turno al podio, el presidente estadounidense apeló a los valores fundacionales de la ONU y reconoció que si bien los desafíos del mundo actual son grandes “nuestra capacidad es más grande que ellos y nuestro compromiso debe ser aún mayor”.
“Mantengamos juntos para declarar nuevamente la determinación inequívoca de que las naciones del mundo permanezcan unidas, respaldando los valores de la Carta de la ONU. (…) No somos testigos mudos de la historia, somos los autores de la historia. Podemos hacerlo, tenemos que hacerlo por nosotros, por nuestro futuro, por la humanidad”, concluyó.