El presidente del Partido Popular lamenta que, “por desgracia para la democracia española”, el PSOE haya perdido el rumbo y tomado “un camino radical que no lleva a ninguna parte”.
Califica de “vieja” a la antigua nueva política, utilizada como bandera por una serie de movimientos y partidos nacidos a la sombra de la denominada gran recesión de 2008, una vez demostrada su incapacidad para pasar del mero activismo a la política real. “Se limita a resistir en los cargos”, señala.
Por otro lado, considera que esta forma de actuar, basada en cuestionar la política y agitar al máximo la sociedad, “ha contagiado su estilo, sus modales y su incapacidad para gestionar a quienes han recibido la herencia de un partido, el socialista, que fue uno de los pilares básicos de la transición democrática”.
Feijóo censura que algunos quieran hacer del castellano una lengua extranjera en Cataluña o que pretendan convertir la escuela catalana en “un laboratorio desde el que impulsar un monolingüismo empobrecedor”, mientras el Gobierno lo tolera.
Advierte de que defenderá todos los idiomas con los instrumentos del Estado de Derecho: “Amamos la libertad y queremos oírla en todas nuestras lenguas”.
“Algunos desacatan sin pudor las sentencias y el Gobierno se inhibe. Nosotros no lo haremos”, asevera el líder del PP, quien remarca: “Lo haremos a nuestra manera. No se combate la intolerancia con más intolerancia”.
Feijóo reivindica el autonomismo como vía para encauzar la diversidad de la nación española. “Cuestión aparte es que no agrade a los independentistas, o que se alienten desde el PSOE propuestas siempre vagas e inconcretas para poder gobernar con los independentistas, con los que quieren congraciarse y a los que está dispuesto a ceder casi todo”, añade.
“Al final se trata de cumplir la Constitución, la de todos, la que votamos todos, con un gran respaldo en Cataluña”, y elogia a Juanma Moreno por hacer de su tierra un “modelo de estabilidad, liderazgo y de gobierno de mayorías” y cambiar el sino de una de las comunidades más importantes de Europa, que “ha pasado de estar recurrentemente a la cabeza de los datos de paro a liderar mes tras mes la creación de empleo en nuestro país”.
Valora la “mayoría absoluta histórica” lograda por el presidente andaluz en los últimos comicios y lo sitúa como un “servidor público” y uno de los “grandes exponentes” de la “nueva política que el PP quiere construir de la mano de la gran mayoría del pueblo español”. “Ser experimentado y previsor no está pasado de moda”, añade.
“Andalucía ofrece lecciones de extraordinario valor en este momento crucial de la política española. Para empezar, los andaluces nos enseñan que hay dos armas políticas que se han devaluado irremisiblemente: el insulto y el miedo”, y advierte de que estos “trucos” carecen de eficacia cuando la ciudadanía posee una gran madurez democrática y que son como un “bumerán que se vuelve contra quien lo utiliza”.