OPINIÓN

Vida de una persona migrante

Imagen de archivo

Un español en Alemania

Jose Mateos Mariscal | Sábado 17 de septiembre de 2022
Desde “Un español en Alemania” quiero transmitir las barreras de emigrar, la barrera de documentación, la barrera del idioma y del racismo.

Transmitir las barreras de los migrantes para conseguir un empleo, la falta de una red de apoyo por parte del gobierno español en Alemania, de un permiso de trabajo, lastran las oportunidades de quienes buscan emprender una nueva vida migrando de España a Alemania.

Los ritmos de la vida de una persona migrante se definen por el tiempo de espera, a un permiso de trabajo, al de residencia, a lograr un contrato laboral y un alquiler, a convalidar un título universitario o a conseguir dominar el idioma del país al que llega. Ni las formas de atravesar ese paréntesis ni las dinámicas sociales que rodean todos estos procesos resultan siempre fáciles de entender para quienes tratan de arrancar una nueva vida migrando de España a Alemania.

Triple barrera a la emigración española en Alemania

Sara Fernández Pérez nació en Sevilla, tiene 42 años y llegó en 2018 a Alemania con un contrato para trabajar como ayudante de enfermera en una Residencia de ancianos en Mettmann. En poco tiempo, perdió su empleo y se encontró, además de con las consecuencias de una crisis económica por coronavirus, una barrera lingüística y el desconocimiento sobre cómo redactar su currículo en alemán o dónde encontrar anuncios de trabajos. Recibió orientación laboral por "Un español en Alemania" y se inscribió en un curso de cocina y en otro de alemán y, finalmente, logró dedicarse a la hostelería durante los dos últimos años.

“Me ayudaron mucho, me enseñaron a hacer bien mi currículo y cómo tenía que enviarlo a través de internet”, rememora Sara en un ya casi perfecto alemán con ligero deje de español con acento sevillano.

“Los principales problemas con los que lidia una persona migrante para encontrar un trabajo son el idioma alemán, pero también el rechazo y el racismo social e institucional que en ocasiones dificulta el acceso a la salud, a la vivienda o a ciertos empleos”, analizamos desde "Un español en Alemania".

Además de esta triple barrera, "Un español en Alemania" subraya como otro gran inconveniente la ausencia de una red de apoyo. “Las personas migrantes dependen solo de sus manos, no cuentan aquí con una familia extensa y la mayoría suele tener un amigo o un familiar que tampoco se encuentra en condiciones de proveerles un trabajo”, añadimos.

“Por eso, vienen pidiendo sobre todo empleo, pero también quieren saber cuáles son sus derechos y sus obligaciones”.

Solo en el primer semestre de 2020, "Un español en Alemania" contabilizó en la Renania del Norte-Westfalia 113 nuevos españoles, 65 mujeres y 48 hombres en búsqueda activa de empleo, una cifra que supone la mitad de los objetivos marcados para todo el año. El gobierno español, a través de consulados, debía tener programas gratuitos de búsqueda de empleo en Alemania.

Más allá del servicio de limpieza

"Un español en Alemania" incide en que el servicio doméstico, limpieza, hostelería, trabajo precario sigue absorbiendo al grueso de los trabajadores españoles en Alemania. “Hacemos esfuerzos para que salgan de ese nicho laboral, los instamos a que estudien el idioma alemán, por ejemplo, para ser auxiliares de ayuda a domicilio o hagan cursos de limpieza industrial, labores que tienen, al contrario que el servicio doméstico, prestaciones por desempleo, resultan menos precarias y cuentan con una mayor protección”, en Alemania. Recalcado este aspecto pensando en la crisis provocada por la covid, que ha dejado desamparadas a muchas empleadas del hogar españolas en Alemania.

Sara Fernández Pérez, por su parte, nos llamó hace unos meses en busca de asesoramiento para iniciar una nueva etapa laboral, el año pasado perdió su trabajo y ahora, tras sacarse el carnet de coche, espera poder desempeñarse como ayudante de enfermera a domicilio, aunque, reconoce, “la cosa está fatal para todos en Alemania”. “Las personas migrantes tienen una gran capacidad de resiliencia y de mejora”, reitero “muchas veces podemos caer en compadecerlos, o en pensar que todo el colectivo las está pasando canutas todo el rato en Alemania y es una visión paternalista, más del 60% de las personas que he atendido y con las que he seguido en contacto a lo largo de los años ha mejorado su situación socioeconómica en Alemania, pero necesitamos más ayuda del gobierno español a través de embajadas y consulados, asesoramiento, asuntos sociales, cursos intensivos de búsqueda de empleo, cursos de integración al idioma alemán, más y más precariedad sufrimos los españoles migrantes en Alemania”.

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