El vicesecretario de Organización Territorial del PP, Miguel Tellado, solicita la convocatoria urgente de una Conferencia de Presidentes, como pidió ayer Alberto Núñez Feijóo, y una reunión con los sectores afectados, para analizar el impacto y las consecuencias de las medidas de ahorro energético.
Considera que sería “lamentable” que haya que llevar “a rastras” a Sánchez a una reunión con los presidentes autonómicos y cree que debería suspender sus vacaciones, incorporarse de manera inmediata y convocar este órgano, a la par que advierte al Gobierno que está a tiempo de enmendar sus errores y le propone retirar el decreto: “Sánchez acierta cuando rectifica”, señala y asegura que puede hacerlo consensuando las medidas con el resto de administraciones.
“Lamentablemente, el presidente está a 5.000 pies de altura”, censura Tellado, quien anima a Sánchez a eliminar sus prejuicios ideológicos: “Si escuchase a la calle, retiraría inmediatamente este decreto”, recalca.
Por otro lado, denuncia que el Gobierno haya aprobado el texto “lleno de ocurrencias” de forma “unilateral” para “ganar tiempo e irse de vacaciones”: “La imagen de Sánchez yéndose en helicóptero tras la rueda de prensa es un ejemplo de lo absurdo”, añade.
Reprocha al Ejecutivo que haya convocado a los consejeros la víspera de la entrada en vigor de las medidas, que las empresas carguen con la culpa de esta “desastrosa” política energética y que “no esté a la altura del momento que atravesamos”, y recuerda que el PP ya presentó un plan de medidas de ahorro energético y de contención del gasto.
Cree que “España no tiene un minuto que perder”, porque “mientras Sánchez huye hacia adelante, se destruye empleo en julio por primera vez en veinte años, la inflación sigue desbocada y deja sin ejecutar el 90% de los fondos europeos”.
“No hay corbata capaz de esconder esta dura realidad”
“Los datos son tozudos y se empeñan en desmentir cada día al Ejecutivo”, señala Tellado en referencia a la inflación, las ayudas europeas y el nivel de crecimiento económico.
Considera una “broma de mal gusto” ver cómo el Gobierno, que pide esfuerzos a los ciudadanos, no se aprieta el cinturón con sus 22 ministerios y 800 asesores, y subraya que es necesario tomar medidas, pero que estas sean las adecuadas, “sin improvisaciones ni ocurrencias”, escuchando a las administraciones y a los sectores implicados.
Censura el bajo nivel de ejecución de los fondos europeos -menos de un 10%-, lo que demuestra la “pésima” gestión de un Gobierno que está desperdiciando estas herramientas de recuperación y “centra todos sus esfuerzos en la propaganda”.
Traslada su agradecimiento a los servicios de extinción de incendios, a las FCSE y a las distintas administraciones por la labor que están llevando a cabo, y aboga por que caiga “todo el peso de la ley” sobre los responsables de los fuegos.
También incide en la necesidad de un plan de contingencia, implicando al Ejército y reforzando la labor de la UME; detener a los incendiarios y endurecer las penas; poner en marcha un sistema de ayudas ágil e inmediato para los damnificados; medidas para recuperar las zonas afectadas, así como el uso de fondos europeos para impulsar proyectos de conservación de los montes.