Nicolás Poveda | Miércoles 11 de mayo de 2022
Hoy hemos sido testigos presenciales de una vergüenza incalificable, como ha sido el cese de la Directora del CNI Doña Paz Esteban, con mas de 40 años de servicio a España en dicho organismo importante para nuestra seguridad y garantía del Estado de Derecho.
Ha sido cesada, no por haber hecho algo mal, como luego examinaremos, sino porque a los aragoneses del litoral, que se hacen denominare catalanes, independentistas para mas señas, sino porque se les ha ocurrido esta forma de perjudicar a España y a los españoles, pero como vienen haciendo desde hace tiempo aprovechando la suma debilidad del inquilino de la Moncloa también llamado Antonio, que, con tal de mantener el Falcon, La Mareta y Doñana, es capaz de cualquier cosa, como venimos viendo. Ellos han pedido y el monclovita ha asumido la petición, aun a costa de una profesional muy capacitada, pero eso es lo de manos, lo que únicamente le importa son sus ocurrencias y parabienes.
Parece que todo viene a cuento, lo que no es verdad, pero es lo que se dice, de que han sido intervenidos una serie de teléfonos de altos politiqueros de este país y en concreto del Gobierno, y les han copiado parte del contenido de sus aparatos.
Si no fuera porque esto lo sabia el Gobierno, por noticia comunicada por el propio CNI desde hace muchos meses, y sin saber qué es lo que han copiado, que lo mismo es pura miseria. Pues habida cuenta que en cumplimiento de su deber el CNI había tramitado expedientes de intervención telefónica de carácter penal, en la forma que exigen la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la Jurisprudencia al caso, a unos señoritos aragoneses del litoral, pues nuestro Gobernante para congraciarse con los delincuentes, cesa a la Directora del CNI. Esto es lo que ha pasado.
Pero esto que aparece como sencillo de entender, es mas sencillo a la luz e la normativa aplicable a las escuchas telefónicas, que como afectan al secreto de las comunicaciones que como derecho fundamental recoge nuestra Constitución, esa a la que estos elementos desprecian, tiene una tramitación especial.
Y resulta, miren Vds., que unos politiqueros independentistas de esa zona decidan utilizar diversas vías para conseguir separarse del territorio español y convertirse en un nuevo estado, llegando incluso a solicitar la ayuda del asesino de Ucrania llamado Putin, a quien se le solicitan armas y soldados.
Pues bien, en este estado de cosas, uno de los instrumentos de seguridad del Estado, pone en conocimiento del CNI la existencia de tales ilegalidades penales, y este, como es su obligación, ya que se trata de derecho fundamental, acude al Tribunal Supremo, donde existen Magistrados ad hoc, para revisar este tipo de situaciones y peticiones, y autorizarlas o no, siendo, en caso positivo, llevadas a efecto por la unidad de seguridad correspondiente.
Es decir, que ante un delito se llevan a cabo unas escuchas telefónicas, junto con otros medios de investigación que suponemos se habrán utilizado, lo que es normal y lógico y se hace todos los días cuando se trata de delincuentes que preparan la realización de una conducta delictiva.
Otra cosa es escuchar a miembros del Gobierno, que ante la parca actividad de gobernanza que realiza, no sé qué interés pudieran tener, como no sea el conocer que la esposa del inquilino de la Moncloa se ha montado o va a montar un chiringo de mucha consideración en Marruecos con algún pariente del sultán, no se sabe si es o no la razón de lo que ha pasado con el Polisario, dada la matraca que con este caso nos han dado durante años, para ahora cambiar de criterio y razón, además de oportunidad, dado el cabreo de los argelinos.
No son equiparables ambas situaciones, ya que una es para investigar un delito y la otra, Dios sabe lo que se ha investigado, pero delito no aparece por ningún lado. Una, la del delito está regulada y la otra no.
Pues bien, el CNI en cumplimiento de su función institucional lleva a cabo unas escuchas con el acuerdo del Tribunal Supremo, mediante resolución motivada. Y por eso se le critica y se echa a su Directora, para que no se molesten los delincuentes. Es una situación inadmisible que nos retrata una vez mas la catadura del político de turno.
Pero es que además este personaje, no da una a derechas, ya que creía que con el cese de la Dirección del CNI se iban a contentar los independentistas delincuenciales, y ya hemos visto que no, que ahora, visto el carácter del caballero, pues a pedir más, y entre ello piden la cabeza de Doña Margarita Robles, Ministra de Defensa, quien por cierto fue Juez y Magistrada creo, en la llamada Cataluña y los conoce bien, y que por cierto no está por la labor y como les lleva la contraria, pues hay que cargársela. Nada dicen del Ministro del Interior, ya que este, dado su carácter bondadoso con los asesinos de ETA, aquellos a los que condenaba en sentencias y le quisieron quitar de en medio mediante un atentado en Valdezcaray, pero como este es bueno y dadivoso como el monclovita, pues con él nada.
No hay que ser Aristóteles o Santo Tomas, para saber lo que pretenden y como se aprovechan de la manifiesta y suma debilidad del ejecutivo, que Oslo legisla para lo que quiera, aun cuando sea en contra de la población, como sucedió con los estados de alarma, atrás por los Tribunales, pero sufridos por todos nosotros, pero a nosotros que.
No se trata de una irresponsabilidad como las que hace días indicaba, sino que se trata de una acción de gobierno, como es el cese de la Directora de un organismo sustancial para la seguridad del Estado, que afecta y va contra el Estado y los ciudadanos a los que se priva de una servidora ejemplar, para dar gusto a unos delincuentes, según sentencias de los Tribunales.
Sentencias que son imperativas y deben cumplirse y no como hacen estos pasándoselas por el forro, como sucede con le 25% de la enseñanza en castellano.
Pues bien seguimos, esperamos que esto acabe pronto, pues a este paso nos cesan a todos por pedir las cuentas de los gastos del referido llamado Antonio.