Horas antes un doble terremoto sacudió Japón, en concreto la región de Kumamoto, en la isla de Kyushu, en el suroeste del país, con una intensidad de 7,3 grados. Éste ha sido el temblor más fuerte desde el devastador tsunami de 2011, y ha dejado más de 40 muertos y un millar de heridos. El domingo 17 de abril un temblor de 5,8 grados sacudió la isla de Tonga (Polinesia) y otros de5,9 grados la costa del sur de Filipinas.En días anteriores también se registraron temblores en Birmania, Indonesia y en el archipiélago volcánico de Vanuatu, en el Pacífico Sur.
División en la comunidad científica
La comunidad científica se encuentra dividida a la hora analizar si existe conexión entre los terremotos de Ecuador y Japón, ocurridos a ambos extremos de la placa tectónica del Pacífico. Conocida como el “cinturón de fuego”, la placa del Pacífico está situada bajo el océano del mismo nombre y es la más grande de la Tierra con una extensión de 103 millones de kilómetros cuadrados (ver mapa).
Ésta se encuentra algo más arriba, frente a la costa noroeste de Estados Unidos, y sus 1.000 kilómetros de longitud abarcan desde la isla de Vancouver, en Canadá, hasta el norte de California. La revista “The New Yorker” publicó en julio de 2015 un estudio de varios investigadores que afirmaban que en las próximas décadas esperan que la ruptura de la falla de Cascadia provoque en los estados de Washington y Oregón la mayor catástrofe natural de la historia de Estados Unidos.
La falla de Cascadia se encuentra en la “zona de subducción” (una placa tectónica se desliza debajo de otra) de las placas de Juan de Fuca y Norteamericana, y hasta mediados de los años 80 los científicos no fueron conscientes de su peligro. Estiman que es capaz de provocar terremotos de una magnitud superior a los 9 grados, acompañados de tsunamis similares al que arrasó la costa norte de Japón en 2011.
Participa de la misma opinión el prestigioso investigador japonés YasutakaIkeda, que predijo el devastador tsunami de 2011 y ahora alerta de que en el plazo de 6 meses el deslizamiento de la falla de Cascadia producirá un gran terremoto en Estados Unidos. Roger Bilham, sismólogo de la Universidad de Colorado, asegura que “las condiciones actuales podrían dar lugar a cuatro terremotos superiores a 8,0 grados de magnitud”.
Temores rusos
El temor a un mega terremoto también está presente en Rusia. Ha transcendido que el Ministerio de Defensa ha ordenado a los mandos militares de las regiones bañadas por el océano Pacífico reunirse en Moscú a finales del presente mes para preparar planes de contingencia. La península de Kamchatka en el Pacífico Norte es la región rusa con más posibilidades de sufrir un gran seísmo si se tiene en cuenta de que en el arco formado por las islas Kuriles y Kamchatka convergen las placas tectónicas del Pacífico y de América del Norte que se acercan varios milímetros por años. En esta zona se han registrado desde 2013 medio millar de terremotos cuyas magnitudes oscilan entre 5 y 6 grados Richter.
Los terremotos de la última semana han desatado todo tipo de las especulaciones en las redes sociales con personajes que defienden curiosas teorías hasta el momento sin base científica. Este es el caso del holandés Frank Hoogerbeets, que asegura utilizar la alineación de los planetas con la Tierra y su impacto en el movimiento de las placas tectónicas para anticipar las fechas de terremotos.El acierto en algunas de sus predicciones difundidas a través del canal de Youy Tube Ditrianum le ha dado cierta notoriedad. Asegura que el aumento de la actividad sísmica a partir del 13 de abril por el alineamiento de la Luna con Marte y Saturno, y de Venus-Sol-Júpiterproducirá terremotos/tsunamis en la placa del Mar de Filipinas y en Taiwán.