OPINIÓN

En defensa de Occidente (V)

Carlos González | Domingo 10 de abril de 2022
Hemos quedado en artículos anteriores que para presentar de forma amplia y profunda la explicación de un conflicto y sus partes, debemos despejar lo mejor que podamos todas las incógnitas.

Dos de la muchas que se nos presentan son, tal como ya hemos relatado, aclarar porqué el Cristianismo es Oriental, o mejor expuesto, No es Occidental, y cuál será la posible posición de la India.

Comencemos por la primera. Pese a que ha quedado expuesto que Occidente es hoy los mismos territorios que fueron el Judeo-Cristianismo y sus conquistados, o conversos por propia voluntad, entonces, ¿no es contradictorio afirmar con rotundidad que el Cristianismo no es Occidental? ¿Cómo se aclara esto? La respuesta precisa es que Occidente es única y exclusivamente el Helenismo y la Romanización. Lo que ocurrió es que el Judeo-Cristianismo invadió esos territorios -luego los agrandó- y trato de dominar con su ideología -sus Mitos, Ritos y Dogmas- lo más que pudo, hasta que esos territorios, con sus pensadores más importantes a la cabeza, decidieron derrotar la Fundamentación Mágica del Judeo-Cristianismo y volver a la verdadera esencia de Occidente, con el llamado Renacimiento. Este no fue otra cosa que avanzar más allá de esas visiones religiosas inamovibles y volver a verdadero espíritu de los Helenos y de Roma. ¿Cuál era ese espíritu? El de la Razón. En del Conocimiento contrastado y demostrable. El camino de la llamada, Ciencia. El que marcó para siempre, Aristóteles de Estagira.

Una de las explicaciones más difíciles de realizar, es convencer a los lectores que la clave de la supervivencia en la vida hasta la actualidad es el Mestizaje. Todos tendemos a creer que lo más importante es la llamada, Pureza, aunque luego quizá nadie sabe explicar qué narices es eso de la llamada, “Pureza”. Si algo nos demostró Darwin -Ya vemos, Ciencia, espíritu Occidental, no creencias ciegas- es que no triunfan esos que aparentemente llamamos “Más fuertes” sino que los que decimos que triunfan, son simplemente “Los que sobreviven” y ¿quienes resultan ser esos?, “Los que mejor se adaptan a las nuevas circunstancias”. Si echamos una simple mirada veremos que todas las grandes culturas y civilizaciones son las que surgieron tras el Mestizaje. Dos ejemplos, pensemos en España y en los actuales EEUU. Esto es lo que sucedió con el Judeo-Cristianismo. Se produjo un Mestizaje entre el incipiente Judeo-Cristianismo y los restos de Grecia y Roma. Y lo que surgió, Mil años después, es el verdadero Occidente.

El verdadero y único espíritu Occidental es La Hélade. Que luego heredó Roma. Lo que hizo el Judeo-Cristianismo, con Saulo de Tarso (San Pablo) a la cabeza -con gran inteligencia- fue propagar esas nuevas ideas en el mundo Occidental, ante la degradación y decadencia política y militar del Imperio Romano, y tomar el poder en esos territorios -recuerdo que Saulo de Tarso se enfrentó al hermano mayor del propio Jesús, Santiago el Mayor, al que venció políticamente, defendiendo que los nuevos Cristianos no tenían porqué circuncidarse, y que podían, y debían, ser Cristianos los nuevos conversos de Occidente, Griegos y Romanos preferentemente. Con ello fundó el Cristianismo occidental, muy diferente al viejo Judaísmo, y se adaptó a muchas ideas de Occidente, una de ellas fue aceptar las vírgenes Griegas y Romanas, recuerdo que “Palas Atenea” era la “No parida”, “El Partenon”, y las “Vestales Romanas”, “Vírgenes obligatoriamente bajo pena de muerte” eran tradición de Roma. Jamás los Judíos con su Machismo atroz podrían aceptar el valor de las mujeres, y menos adorarlas en un templo o altar. Léase a Hans King y sus maravillosos y famosísimos libros sobre el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, que aclara mucho mejor que este autor todas esas cuestiones-. Y las nuevas autoridades Cristianas, al nombrar al “Sumo Pontífice”, al Papa, con su importantísima Curia de los mejores Sabios, que era una tradición Romana, ejercieron el poder sobre esas sociedades con sus mejores pensadores y textos, tratando muchas veces de suprimir la Ciencia y el Conocimiento, véase el proceso a Galileo Galilei y a tantos y tantos otros, y otras, incluso al propio Tomás de Aquino (Por defender “La Razón”), e imponer sus creencias ciegas hasta que pudieron. Al surgir las rebeliones intelectuales las combatieron hasta que quedaron en ridículo, cuando ya la “Verdad Real” se impuso, el verdadero conocimiento contrastado que no puede negarse, -Esto sucedió con el Renacimiento- no tuvieron más remedio que replegarse e ir, como van ahora, a remolque, y defendiéndose como pueden para sobrevivir con sus propiedades y privilegios, pero en el verdadero Occidente, intelectualmente hablando, desde René Descartes e Isaac Newton en adelante, los defensores del viejo Judeo-Cristianismo ya no tuvieron mucho que decir.

La Estructura de Pensamiento, las Ideas, Creencias, Dogmas, Mitos y Ritos del Judeo-Cristianismo son Orientales. Anti Occidentales. Prueba de ello es que reprimieron a Occidente mientras pudieron, combatieron el Conocimiento y la Ciencia a muerte. ¿Porqué? Porque iba contra sus dogmas absurdos, que era lo que ellos defendían. La Verdad de la Naturaleza no les importaba ni les importa. Solo les importa su “Fe”, como a Abraham al que siguen. Por eso el Judeo-Cristianismo, pese a que este último tomó muchas ideas y costumbres de Occidente -una de ellas es el calendario Solar, el de los Judíos es Lunar- tapó al verdadero Occidente mientras pudo. El verdadero espíritu y formas occidentales aguantaron desde Grecia y Roma y cuando pudieron, al ser invencibles, porque nadie vence a medio y largo plazo las verdades de la “Verdadera Madre Naturaleza”, surgieron de nuevo y derrotaron al Judeo-Cristianismo relegándolo a lo que siempre fue, una forma de pensar y gobernar Anti-Occidental. Al explicar la historia de occidente veremos con claridad estos procesos.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas