Y Biden necesitaba una guerra

En este mundo de ingenuos, donde nos creemos toda la propaganda que desde los Estados Unidos de América nos imponen los que siempre han movido los hilos de la economía global, debemos creernos que Putin es el malo de la película y de que los americanos son los buenos que nos venderán gas, por supuesto que al doble que los rusos, porque hay que castigar al malvado que ha iniciado una guerra en Ucrania.

Lo que los periodistas y tertulianos apesebrados no dicen es que el Este de ese país llevaba en guerra civil desde el 2014, precisamente por el ejército ucraniano que masacraba a la población pro rusa.

Lo que los periodistas y tertulianos apesebrados no dicen es que las relaciones económicas entre Rusia y Europa estaban haciéndose fuertes y se corría el peligro de que aquello derivara en una unión Europa-Rusia que eclipsaría, aún más, el liderazgo de los Estados Unidos y su dólar, como moneda de intercambio en el comercio mundial.

Lo que los periodistas y tertulianos apesebrados no dicen es que cada vez que Estados Unidos ve peligrar su dólar, no tiene empacho en acabar con el régimen político que ose dudar, como en su día lo hicieron Sadam Huseín y Muamar el Gadafi. Ambos mandatarios propusieron a la organización de países productores de crudo sustituir el dólar… y claro, a partir de ese momento había que eliminarlos con la correspondiente invasión, matando a medio millón de habitantes por el camino y dejando a Irán y Libia destrozada pero en manos de otros dirigentes que aprenderían la lección: No poner en peligro al Dios Dólar.

Lo que los periodistas y tertulianos apesebrados no dicen es que después de esta guerra que necesitaba el amigo americano, como el comer, Europa, nosotros, nos vamos a empobrecer, porque tendremos que pagarles las armas, gas y petróleo, y otras materias primas, a precios abusivos sin que tengamos otra opción, ya que hay que castigar al pueblo ruso su guerra por la franja donde ya sufrió tres invasiones históricas.

El mandatario ruso, Putin, ya ha iniciado una nueva cruzada contra el Dios Dólar, exigiendo que quien quiera su petróleo, su gas, sus materias primas, se las pague en rublos…

Cualquier día de estos le cae un misil y luego dirán que han sido sus propios compatriotas, porque estaba poniendo en peligro a la madre Rusia. No lo descartaría.