Una de las acepciones que se estiman por los académicos del verbo vacilar, es “Tomar el pelo a una persona o decirle cosas en tono serio que no son creíbles”.
Y efectivamente en cuanto a la discusión habida entre unos miembros del Desgobierno sobre los transportistas de mercancías, pero sin ellos delante, este muy importante, y la manifestación de que iban a dotar de 500 millones de euros, algo que no se concreta, si una bonificación del coste; una subvención; una bonificación fiscal, o lo que se les ocurra en ese momento, se ha dado un resultado curioso. Tres de las mas importantes agrupaciones sindicales del sector, entre ellas, la mayor Fenadismer, se han unido a los que vienen en llamar estos políticos de la nada y el para luego, lo que arroja un resultado nefasto, muy nefasto para los intereses del sector del transporte de mercancías por carretera.
Resulta, que, por aquello de la naturaleza, España es el tercer país europeo en nivel de altitud sore el mar, tras Suiza y Austria, sin contar el principado de Andorra, a los que dobla e incluso triplica en superficie. Tal situación genera que tenga el mayor numero de cadenas montañosas, y como consecuencia de todo ello, el transporte entre ciudades y su conexión como con el extranjero, esta priorizada por el transporte por carretera, lo que hay que decir, no en favor de este gobierno, sino de los anteriores desde la época de Suarez, pasando por González, Aznar y demás, que se ha realizado un enorme gasto en dignificar el estado de las carreteras, tanto en su ubicación como en su formato.
Es por ello, imprescindible a todas luces para el servicio a la ciudadanía que el transporte por carretera funcione de forma adecuada, acercando productos y materiales de unas ciudades a otras para garantizar su suministro y servicio.
Este sector, se encuentra compuesto fundamentalmente por transportistas autónomos, bien en soledad o en pequeñas agrupaciones o comunidades de bienes, para abarcar un mayor servicio.
Las grandes empresas transportistas, son pocas y se dedican a realizar trabajos para empresas fijas en su mayoría.
Bien, pues ante este panorama, a nadie se le escapa, la relevancia extrema del sector del transporte en la vida del país, y como su actuación afectaría de forma muy grave a la Comunidad. En sentido positivo lo vimos cuando la pandemia, y en las grandes necesidades de suministros por desgracias ambientales o de otro tipo. Y en sentido negativo con la escasez de productos para la alimentación; para la industria y para los comercios del país.
El desgobierno, se frota las manos cuando los “camioneros” hacen servicios de transporte de material sanitario, lo que parte de estos y es a ellos a los que hay que agradecer y no a los políticos que simplemente hacen lo único que saben, además de otras cosas en las que todos pensamos, mirar a ver qué pasa.
Nos encontramos por lo dicho antes, que ante la suma de las grandes agrupaciones de transportistas a los que ya habían iniciado su huelga de camiones vacíos, ante una situación muy grave que puede causar al ciudadano muchos males.
Se había creado un Comité Nacional del Transporte o algo parecido, para debatir los problemas del sector y poder buscar soluciones positivas para todos. Pero cuando ahora surge la que ha surgido y ya faltan algunos productos de los estantes de los supermercados y las fabricas ven paradas o ralentizadas sus producciones, se reúnen, creo que han sido tres ministros, ministras o ministres, para sin dejar pasar a los transportistas, anunciar una dotación de 500 millones de euros de ayudas al sector.
En primer lugar, llama la atención, que no se diga en que se van a emplear, lo que es muy corriente en el desgobierno del monclovita, baste acordarnos de los 300 millones que le dieron al excoleta para residencias, no sabemos si es bajada de precio del gasóleo lo que afecta a unas empresas productoras de combustible que no se sabe si han sido siquiera consultadas, o es que van a bajar las cargas fiscales de los combustibles, lo que no me parece que van a hacer tras escuchar al sindicalisto, que apareció en la tele tras un mitin para decirnos que era ilógico bajar impuestos, ya que así se minoraba la capacidad económica del Estado, y por tanto las subvenciones multimillonarias que le habían repartido a Comisiones y a UGT recientemente. ¿Cómo se va a hacer?; ¿a qué actividad afectará?; que obligaciones impondrá al transportista de tipo burocrático fiscal y jurídico? De esto nada se dice, se llena la primera página del periódico del día siguiente con los 500 millones y ya está cumplido el cometido de los tres políticos.
En segundo lugar, llama la atención sin comparamos lo dicho, con los 20.000 millones de euros que la ministra, ministro o ministre de Igualdad ha anunciado que se va a gastar en unas actividades, cuyo mero tirulo llama a la burla y a la chanza, como diría Don Quijote ya que entre otras cosas hace referencia a “Según explicó en su día el departamento que dirige Irene Montero, se trata de un Plan que recoge demandas del feminismo en políticas públicas relacionadas con las mujeres frente al empleo y para garantizar la conciliación y los cuidados. Así, se recogen medidas relativas a participación y transversalidad o los "suelos pegajosos", así como medidas específicas para atender las demandas y necesidades particulares de las mujeres del ámbito rural, con discapacidad, migrantes, jóvenes, LGTBI y de familias monomarentales”. No monoparentales, faltaría más que es el Ministerio de Igual da lo uno que lo otro.
Nos asalta a muchos ciudadanos la idea de por qué no se cambian las cantidades, a lo mejor se arreglaban ambas situaciones.
Llama la atención el hecho de que ninguna de las medidas económicas, ni la del transporte, ni la de igual da, no aportan dato concreto de actividad, para poder saber el ciudadano de a pie en que se va a gastar su dinero,
Pues bien, liada está la cosa, y ya veremos como nos resulta. Todo esto al parecer sin gas, pues los argelinos se han cabreado con lo de la Moncloa, y o bien cortan el suministro o suben el precio, de ambas formas, apañaos vamos; los de Podemos dicen que a pesar de la línea roja del Polisario que se ha saltado el de la Moncloa, no se van del gobierno. Muchos pensamos, que es porque no tienen donde ir. Y la ONU pues como todos, no sabemos para que esta o sirve, ni las sentencias del Tribunal Internacional de Justicia, ni el Parlamento, ni nada, se levanta de la cama el monclovita y dice, pues esto, y ya está, dar cuenta o justificarse para nada y ante nadie, así no se gobierna, pensamos algunos, y por eso la gente se echo a la calle el domingo, y las que vienen.
Que Dios nos pille confesaos.