La Guardia Civil, en el marco de la 'Operación Pólvora', ha desmantelado una organización delictiva que introducía grandes cantidades de hachís en las costas de Málaga y Cádiz.
Se ha detenido a 40 personas y se ha incautado de 5.770 kilos de hachís, así como 17.250 cajetillas de tabaco, 25 vehículos, muchos de gama alta, de los que 21 han sido recuperados al estar sustraídos. Además también se han intervenido 268.000 euros, 2 armas cortas y una escopeta, así como un dron, material de comunicación y abundante documentación.
La operación se inició el pasado mes de abril, cuando la Guardia Civil intervino en una guardería 2.675 kilos de hachís. En esa actuación se detuvo a 2 personas y se recuperaron 6 coches de carga que habían sido previamente sustraídos. A partir de ese momento, los guardias civiles van conociendo el funcionamiento de la organización.
El nuevo panorama de las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas por el Campo de Gibraltar ha cambiado en los últimos tiempos, actualmente se asimilan a empresas subcontratadas dentro de un entramado empresarial. De modo que la red investigada en la operación Pólvora se encargaría de realizar todas las labores relacionadas con la introducción de grandes partidas de hachís y que se desarrollan en tierra firme, es decir, recogida de la sustancia estupefaciente tras haber sido alijada en la costa, traslado a las guarderías de drogas y posterior distribución.
La organización desmantelada introducía grandes cantidades de droga y tabaco, llegando a detectar la Guardia Civil que a la semana podían introducir unas 6 toneladas de hachís. Para conseguir llegar a esos niveles, el grupo se basaba en que era gran conocedor de las zonas de alijo.
Los ahora detenidos comenzaron trabajando sobre todo en la zona de Puente Mayorga, pero ante la presión ejercida por la Guardia Civil se desplazaron a las costas de Málaga, más concretamente a Manilva. Para ello realizaban estudios exhaustivos de sus costas y carreteras.
Los investigadores tuvieron conocimiento que la red poseía entorno a una decena de “guarderías” entre las localidades de San Roque (Cádiz), La Línea de la Concepción (Cádiz) y Manilva (Málaga), para la ocultación del hachís y de los vehículos sustraídos.
Por otro lado, se detectó que el modus operandi más utilizado por la organización en sus alijos por la playa de Puente-Mayorga y Guadarranque consistía en el uso de embarcaciones neumáticas de pequeña eslora que un nutrido grupo de personas botaban para realizar un trasbordo de fardos de resina de hachís, desde las potentes embarcaciones que cruzan el Estrecho hasta los vehículos de carga.
Cabe reseñar, que a lo largo de la investigación se ha podido demostrar que la organización alternaba alijos de fardos de resina de hachís con alijos de cajas de tabaco de contrabando, reutilizando para ello las mismas cuadrillas de trabajo en la playa. De hecho, se aprovechaban de la confusión que generaba, en ocasiones durante una actuación, el no poder garantizar si se trataba de un alijo de drogas o de un alijo de cajas de tabaco de contrabando.
Al conocer tanto a las personas de la red, como su relación con los alijos incautados se solicitó al Juzgado de Instrucción número 1 de San Roque 31
registros en las localidades de La Línea, San Roque, Algeciras, Manilva y Málaga, en los que participaron 300 agentes de las Comandancias de Algeciras y Málaga, así como de OCON-SUR, CRAIN y GAR.
En uno de los registros se encontró en la mochila escolar de la hija, menor de edad, de uno de los detenidos 50.000 euros en metálico, y posteriormente se localizaron debajo del colchón del dormitorio principal otros 150.000 euros, que el titular de la vivienda alegó que eran fruto de sus ahorros.