CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

Angela Merkel no dejará caer al Deutsche Bank para salvar la Unión Europea

Enrique_MONTÁNCHEZ | Miércoles 17 de febrero de 2016

El Gobierno alemán y el Banco Central Europeo no dejarán caer al Deutsche Bank, según información a la que ha tenido acceso mil21.es en medios cercanos al servicio de inteligencia germano BND. Angela Merkel mantendrá a flote la mayor entidad financiera de Alemania, cuya quiebra afectaría a la supervivencia de la Unión Europea. Berlín considera que en el actual escenario de recesión económica global y neo Guerra Fría por el enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia, la quiebra de un gran banco continental supondría un golpe letal para el proyecto europeo. El poderoso ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble ha sido el primero en hacer visible el “apoyo político”, al afirmar que no alberga dudas sobre la “estabilidad del banco” para devolver la confianza a los inversores.



Si el Deutsche Bank tiene problemas, Alemania también los tiene. Esta es la reflexión del Gobierno alemán que se ha visto obligado a intervenir ante los malos resultados económicos del primer banco germano y uno de los grandes de Europa. El Bundesbank y el Banco Central Europeo inyectarán al Deutsche los fondos necesarios para evitar una bancarrota que arrastraría al sistema financiero de la Unión Europea. Berlín considera que en un escenario de inestabilidad global generado por la recesión de la economía mundial y de neo Guerra Fría por el enfrentamiento de Estados Unidos y Rusia, la caída de un gran banco continental sería un golpe letal para la supervivencia del proyecto europeo, advierten a mil21.es medios cercanos al servicio de inteligencia alemán BND (Bundesnachrichtendienst).

Merkel mantendrá a flote el primer banco alemán para evitar una bancarrota que arrastraría al sistema financiero de la UE


Entre las primeras medidas para fortalecer la cuenta de resultados del gigante alemán estaría la compra de acciones por parte del Banco Central Europeo (BCE), acompañada por una declaración del Bundesbank asegurando que el Deutsche hará frente al pago de los intereses de los bonos convertibles en acciones (denominados CoCos), lo que debe devolver la confianza a los inversores y clientes de la entidad.

Apoyo político y fusiones bancarias

El primer banco alemán ya ha recibido el “apoyo político” del poderoso ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, quien afirma “no tengo la más mínima duda acerca de la estabilidad del banco”. Para la vuelta a los beneficios, el ministro de Merkel prepara un plan de fusiones bancarias que alcanzaría, además de a las entidades alemanas, a toda la Banca europea.

La rentabilidad del negocio bancario se ve mermada por los bajos tipos de interés, la caída de los precios del petróleo y las materias primas, la contracción del comercio mundial y la desaceleración de las economías de los países emergentes con China a la cabeza.

Desde principios de año las acciones de Deutsche Bank se han depreciado un 41%, acumulando una caída del 57% en los últimos seis meses. La acción ha pasado de los 100 euros en 2008 a los actuales 15 euros. En el resto de Bolsas europeas los títulos bancarios han caído un 25% desde enero.

Guerra secreta contra Alemania

Expertos alemanes en inteligencia económica aseguran que, al margen de los graves errores de gestión del Deutsche, existe una campañade los medios financieros de Estados Unidos con la finalidad es estigmatizar a los bancos europeos en general y a la primera entidad germana en particular, acusándoles de estar lastrados por préstamos malos, deudas enormes y falta de capitalesque contaminan al resto de instituciones financieras del mundo.

La prensa económica norteamericana describe un negro panorama de la Banca europea, que contrasta con la imagen idílica de los bancos estadounidenses a los que califica de mantener un buen nivel de capitalización y escasos riesgos sistémicos.

Esta campaña formaría parte de la guerra secreta de Estados Unidos contra la canciller Angela Merkel, máxima responsable de la política de acercamiento a Rusia a la vez que se distancia de los intereses norteamericanos. De ahí que cobre todo su sentido la afirmación del Gobierno germano de que si el Deutsche Bank tiene problemas, también los tiene Alemania.

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