La empresaria alemana, más conocida como Corinna Larsen, es una figura conocida entre la realeza y la sociedad españolas. Desde que en 2006 conociera al por entonces Rey de España, Juan Carlos I y tras un supuesto periodo de relación sentimental que terminó en 2019, según ella ha declarado, Corinna ha sido protagonista de diferentes episodios, algunos de ellos oscuros.
Es sabido que el matrimonio con la Reina Sofía no estuvo marcado por la fidelidad y el amor, sino por la conveniencia de las casas reales. Por ello, el monarca habría dado rienda suelta a su pasión con otras mujeres y, al parecer, su favorita sería Corinna. Para quienes no la conozcan aún, nació en Alemania, pero sus raíces son húngaro-danesas. Contrajo matrimonio con el aristócrata Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, menor que ella, y se divorciaron en 2005. Corinna conservó el apellido de su exmarido y el título de princesa, lo que ha llevado a ambas familias a tener disputas.
Según relata Corinna, conoció a la familia del emérito en 2007, durante la entrega de premios Laureus, donde ella estaba involucrada. Se trata de unos premios que se entregan a ex deportistas de élite desde el año 2000 y están considerados como los “premios Óscar del deporte”. Por aquel entonces, la ‘princesa’ ya tenía un hijo de cinco años. A don Juan Carlos le cautivó su belleza e inteligencia y fueron varios los regalos que le hizo, así como viajes a diferentes países, incluido el polémico a Botswana en 2012.
Además, Corinna ha actuado como intermediaria en transacciones millonarias con empresarios de Rusia y Arabia Saudita. De hecho, el rey emérito le habría pagado 65 millones de euros como parte de una cantidad que, supuestamente, el rey difunto de Arabia Saudí envió a una cuenta bancaria en Suiza. Esta cuenta estaría vinculada con una fundación buitre con sede en Panamá y, cuyo beneficiario, era don Juan Carlos.
Corinna asegura que ese dinero era una muestra del cariño que el rey emérito quería tener con ella y su familia, para que no les faltara de nada. Juan Carlos I ha negado haber cometido ningún delito, aunque su equipo legal no ha presentado un escrito de defensa ante el Tribunal.
Pero esto no es todo, puesto que la empresaria contaría con la protección del CNI, la Policía Nacional y la Guardia Civil. Sin embargo, según ha declarado Corinna y sus abogados, habría sido amenazada por algunos miembros de estos cuerpos, incluso estando ella en un hotel alojada y la habrían espiado también. Y es que posee información muy delicada que explicaría la razón por la que, si la relación se deterioraba entre ambos, ella podría revelar los secretos oscuros. De ser así, la monarquía española, saudí y empresarios de alto nivel estarían “atados”.