Nicolás Poveda | Miércoles 07 de julio de 2021
Permítanme el titular que antecede, que encierra una burla sobre uno de los mayores problemas de este país, y que las mentes preclaras de nuestros políticos, no habían caído, ni pensado, ni mucho menos meditado sobre su existencia.
Ya, no solo es lo de Cataluña, o lo del Poder Judicial, y ahora también lo Tribunal de Cuentas, es decir, todo aquello que ponga en peligro o siquiera menoscabe el poder absoluto y dictatorial que pretende el inquilino monclovita asesorado por su siervo Iván, poder absoluto que al parecer va a estar refrendado con un decreto Ley sobre seguridad, que están pensando.
Ahora también le ha tocado a uno de los temas mas peligrosos con los que nos enfrentamos los ciudadanos, las pensiones. Es decir, el fruto de nuestro trabajo durante muchísimos años, que se concreta en una cantidad que mensualmente nos abona el Estado, sin bien, no olvidemos, que durante los años que hemos cotizado para ello, lo que hemos pagado al Estado no compensa lo que vamos a recibir.
Como quiera que, somos los más machos, como diría el alfa, gracias a Dios, ya defenestrado, afeitado y cortado el pelo, y dedicado a no se sabe que, salvo a cobrar un pastón de dinero durante 15 meses o mas a cuenta del Estado por despido propio, ya que él es el que se ha ido, y como compensación ridícula a lo que realmente hizo, y parece le da para otro casoplon en la sierra y otra señora, ahora damos subvenciones a todos los que consideramos procedente entre otros, inmigrantes ilegales, personas sin trabajo, a pesar de que gran parte de los primeros, una vez cobrada la cantidad que sea se van a su país a gastarla, y así hasta el mes que viene, y los otros, sin necesidad de acreditar que están buscando trabajo realmente.
Esto no es deseo de los ciudadanos de bien, de que es justo que se ayude a los inmigrantes que abandonan forzosamente su país y así tengan para vivir una cantidad, y sobre los trabajadores en paro sin trabajo por edad o formación, que también lo merecen.
Los dineros de lo “social” como dicen ellos, se gasta en ONG amigas, en organizar fiestorros generadores de crecimiento del Covid, y sobre todo en sobresueldos de los políticos, como ya se vio, juzgo y condeno en Andalucía, y esperamos que un siglo de estos se ejecuten las sentencias.
También tenemos aquellos que se llaman “liberados”, que lo son de la carga de tener que trabajar para ganar el pan, ya que sus ingresos provienen de unas actividades que dicen trabajaban para las organizaciones sindicales y son meramente informativas, de ir por los despachos de sus compañeros, cuando van, a decirle lo que sea en base a las instrucciones recibidas de su sindicato, actividad que desarrollan que es correcta, pero siempre que no haya casi mas liberados que explotados o trabajadores de verdad.
Bueno, pues con este panorama, aparece un ministro llamado Escrivá, que dice que anuncia, que habrá que trabajar más años y cobrar menos, ya que los fondos de las pensiones se han agotado, afirmación que como con todo, hay que esperar el día siguiente para ver si es verdad, y claro, ante el follón que se monta, dice que se explicó mal, que no tuvo su mejor día. Habría que preguntarle cual ha sido el mejor día para ver si hizo algo.
Estos políticos con el tema de las pensiones no saben qué hacer, ya que, el problema está en que no hay dinero cuando se gasta en otras cosas. Recuerdo que hubo un ministro llamado Sebastián, que en verdad es un gran economista, pero trabajaba en el gobierno del zapatitos y claro eso estropeaba las neuronas, que decía, que menos gasto de otra índole no, que lo que había que hacer era invertir los fondos en Bolsa, menos mal que duro poco, que si no duramos menos que él.
Vemos que dicen que van a subir las pensiones el IPC, luego que no, luego que sí, y no sabemos en que quedarnos, lo que sabemos es que no sirve para nada y la genta esta cada vez peor, y lo malo es que cada vez hay mas pensionistas, a pesar de la ayuda de la pandemia que le ha hecho al gobierno, y encima susto va y susto viene.
Realmente muchos pensamos que lejos de las pensiones vamos a terminar en casas de huéspedes, de nuestros hijos, nietos o familia, que nos ayuden para ver si comemos y podemos salir a por el periódico.
Y encima la culpa la tiene el que tuvo un mal día. Dios nos pille confesaos, madre mía que panda y lo pagamos nosotros.
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