Unos centros que se clasifican en función del riesgo de los virus que estudian 'in situ'. Así en el año 2000 una directiva europea propuso una clasificación en base a "riesgos asociados a la exposición a agentes biológicos en el trabajo". En particular, se evalúan los riesgos de propagación de estos patógenos y la existencia o no de tratamientos eficaces para luchar contra los virus estudiados.
Hay, pues, laboratorios de tipo P1, que observan bajo una lupa grupos de agentes biológicos que no son capaces de "causar enfermedades en humanos".
En cuanto a los laboratorios tipo P3, el Instituto Pasteur ofrece una definición muy precisa: es un "laboratorio confinado en el que se analizan patógenos de clase 3, microorganismos que pueden causar enfermedades graves en humanos, pero para los que hay una profilaxis (conjunto de medidas preventivas de salud consideradas efectivas) o tratamiento reconocido ", ante el riesgo de que se propague a la colectividad. Se mencionan varios agentes biológicos, como la tuberculosis, el VIH, la fiebre tropical del dengue, el virus H1N1 o, más recientemente, el SARS-CoV-2.
Las actividades que implican microorganismos biológicos del grupo 2 a 4 requieren medidas especiales de seguridad y desinfección de los agentes y equipos que deben ser drásticas. Primero por la seguridad de los trabajadores del laboratorio en cuestión: Los científicos trabajan con trajes similares a los que se utilizan en las centrales nucleares. El acceso a este tipo de laboratorio debe estar estrictamente regulado.
Para evitar la propagación de patógenos que se estudian en estos laboratorios, los establecimientos afectados también deben cumplir algunos requisitos: tener dos cerraduras de entrada, asegurarse de que los investigadores sean visibles a través de las ventanas o incluso desinfectar notas y documentos antes de cada salida del establecimiento.
Hay que recordar que un laboratorio de P4, como el mundialmente famoso a Wuhan en China por la posible fuga de la Covidien-19, estudia virus que generan fiebres hemorrágicas, como el ébola o Lassa, o incluso enfermedades infecciosas con un alto índice de mortalidad, como la viruela.
También se plantean otras cuestiones como la relevancia de instalar este centro de investigación y su laboratorio P3 en la parroquia de Ordino, clasificada desde el año pasado como "reserva de la biosfera" por la Unesco.