No estaban tranquilos nuestros amigos. Las televisiones estaban escupiendo como una pléyade de personas invadían nuestro territorio con las risas y la mirada impasible de los guardias fronterizos marroquíes. Nuestra joven profesora comentó:
—Este espectáculo me produce una inmensa congoja, y me repugna ver a jóvenes, mujeres y niños saltándose la frontera, claramente manipulados y teledirigidos por las autoridades de Marruecos. Esas imágenes me remueven en lo más profundo y es incalificable la repulsión que me produce ver las entrañas del sátrapa Mohamed VI que no tiene ningún empacho en mandar a sus súbditos a un peligro incierto. Un tirano, con una fortuna estimada en 5.000 millones de euros, que tiene a su pueblo en unas condiciones precarias.
El viejo marino la mira con atención y dice:
—Esta invasión tiene muchas claves que deberíamos analizar. Las relaciones con nuestro vecino del sur siempre han sido complejas y carecen, algunas veces, de la lógica occidental, aunque, en este caso, hay datos que podían presagiar mucho de lo ocurrido, datos desconocidos por nosotros, pero provocados por nuestro gobierno, por lo que son imperdonables.
Como ocurre en todos las asuntos importantes siempre hay muchos matices, aristas y caras del poliedro, pero todo lo que ha ocurrido en las fechas previas solo puede tener la calificación de pueril, torpe e incompetente. La de inexpertos no está dentro de las excusas de un ministro.
Traerse al jefe del Frente Polisario, Brahim Gali, con nombre falso, en un avión desde Argelia trasladarlo desde Zaragoza a Logroño, meterlo en una UCI y pensar que todo esto iba a quedar en el mayor de los secretos, además ingenuo demuestra la ineptitud, falta de profesionalidad y la carencia de una cualidad que se debe exigir a cualquier dirigente político como es la anticipación y la evaluación de riesgos.
Además de que el personaje tiene causas judiciales abiertas en nuestro país, ignorar que se trata de un enemigo frontal de Marruecos y pensar que todo eso iba a ser ocultado a los servicios secretos del reino alauita, la menor calificación es de incompetentes y que los ministros de Interior, Marlaska y de Exteriores, González Laya, no merecen estar al frente de una cartera ministerial en nuestro país, y por dignidad deberían dimitir.
Lo más sangrante de este devenir ha sido, por si esto no fuera poco, tener que ver como se nos ha mentido, queriendo tirar balones fuera de lo que todos estábamos viendo por televisión, prensa y escuchando por todas las emisoras del país. ¿Cuándo piensan nuestros políticos tratarnos como mayores de edad? ¿Cuándo dejaran de tomarnos por tontos?
La reacción del presidente Pedro Sánchez, acompañado del torpe, falaz y vergonzoso ministro del Interior pequeño-Marlaska y hacer un viaje relámpago a Ceuta, así como la declaración afirmando que el territorio nacional es inviolable y que se defendería hasta sus últimas consecuencias, es loable y es lo que se espera del presidente del gobierno de nuestro país, y esto hubiera sido muy elogiable, sino fuera porque como recompensa a Marruecos se le regalen 30 millones de euros. La explicación de que esto estaba previsto, una vez más parece que se nos toma por bobos. Es difícil entender todo esto.
La reacción de Marruecos es intolerable, merece todo el rechazo, pero vuelve a poner encima de la mesa algunos déficits que nuestro país arrastra desde hace tiempo en materias fundamentales.
Como parecía que el marino se estaba «viniendo arriba», nuestra amiga le comenta:
—Si nos abstraemos de este hecho concreto que, en estos momentos, ocupa toda nuestra atención, podríamos preguntarnos algunas cosas más, porque como siempre, todo lo que ocurre en las relaciones y conflictos internacionales, tiene una gran interrelación y hay que intentar verlo desde una perspectiva global y holística, por lo que nos podríamos hacer algunas preguntas, como:
¿Cuál es nuestra Política Estratégica Exterior? Relaciones, intereses, alianzas, socios preferentes y límites. Esta política, en los grandes países, permanece inalterable con el cambio de gabinetes. Una política errante, que no se ahonde en las alianzas, incluso la desafección con ciertos socios y amigos, según qué partido gobierne, a largo plazo sólo puede traernos problemas. Nosotros todavía pagamos el plante de Rodríguez Zapatero a la bandera americana.
¿Cuál es nuestra Política Geoestratégica? Todos los países tienen una ubicación geográfica, con vecinos, aliados y enemigos. Hay países que esa política está perfectamente definida y diseñada; periódicamente es revisada y sometida al conocimiento de todos los ciudadanos y haciendo la pedagogía pertinente. Nosotros no la tenemos o no se nos comunica.
¿Estamos en la UE, pero quiénes son nuestros aliados y valedores? En definitiva, ¿cuál es nuestro peso específico? Con independencia de que seamos la cuarta economía de ese club, en la práctica no hemos sido capaces de ganarnos ese reconocimiento y posiblemente eso explique nuestra escasa capacidad de influencia y relevancia.
El marino media:
—Aunque lo que está pasando en Ceuta está en un espacio geográfico muy concreto y limitado, es cierto que no podemos olvidar que todo está interrelacionado y hay, como siempre, intereses estratégicos que abarcan muchos aspectos, como los económicos, territoriales o alianzas políticas.
Nuestros amigos se levantan de la mesa, se acercan a la playa y mirando fijamente al horizonte pretenden vislumbrar la vida, al otro lado del mar, que sigue.
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