El lujoso centro penitenciario de El Catllar (Tarragona), con un coste de casi 300 millones de euros que acaba de inaugurar el presidente en funciones Artur Mas, será destinado por la Generalitat para albergar a los políticos y empresarios condenados por corrupción, entre ellos previsiblemente los hijos de Jordi Pujol.
La cárcel Mas d’Enric, con más de 65.000 metros cuadrados, 618 celdas y capacidad para 1.020 reclusos, se convertirá en el centro de referencia para que cumplan sus penas de prisión los políticos y empresarios que se han enriquecido durante años con las comisiones del 3 por 100 en los concursos adjudicados por la Generalitat.
Ahora que se cierra el círculo alrededor del clan Pujol, donde toda la familia parece haberse enriquecido de forma ilegal, algunos fiscales y jueces pactan condiciones para que las condenas, de producirse, sean lo más benévolas que permita la ley, se cumplan íntegramente en Cataluña y en el centro penitenciario que haga lo más llevadera posible la privación de libertad.
Penas de cárcel para los siete hijos
En cambio, los siete hijos de la familia más poderosa de Cataluña durante 40 años, implicados en los delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda pública, tráfico de influencias, cohecho, malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental, todo indica que serán condenados y cumplirán las penas en la lujosa prisión tarraconense de El Catllar.
Se da la circunstancia de que las obras de la nueva prisión fueron adjudicadas a las constructoras Comsa y Emte, del empresario Carles Sumarroca implicado en el caso Pujol. Estas constructoras se convirtieron en empresas de referencia de las millonarias obras públicas adjudicadas por los gobiernos de Convergencia i Unió (CiU) así como “puerta giratoria” entre ambas empresas familiares y la Generalitat.
Políticos y empresarios de otras Comunidades
El Govern catalán ha ofrecido que el centro penitenciario de Mas d’Enric sea utilizado para albergar a políticos de otras comunidades autónomas, como los implicados en las operaciones Púnica, Gürtel, Palma Arena, Pokemon, eres andaluces, Pretoria, Pallerols… que en estos momentos están repartidos por diferentes centros penitenciarios de la geografía española. En total se estima que unos quinientos políticos y otros tantos empresarios están implicados en casos de corrupción.
También en el País Vasco
No sólo la Generalitat busca que sus presos de lujo gocen de una cómoda estancia en prisión. Con la misma filosofía el Gobierno vasco construyó el centro penitenciario de Zaballa (Álava), inaugurado en septiembre de 2011, para albergar en cómodas condiciones a los etarras a los que pide reagrupar.
La nueva cárcel, que sustituye a la vieja prisión de Nanclares de la Oca, dispone de 720 celdas de 13 metros cuadrados con lavabos y duchas individuales. Las instalaciones disponen de salones de actos, salas de proyecciones, aulas donde profesores imparten clases a los reclusos que estudian carreras universitarias, talleres, zonas deportivas con piscina climatizada, polideportivo cubierto, frontón, salas de videoconferencia, aulas de informática y quince habitaciones para los vis a vis. Zaballa se encuentra entre los centros penitenciarios más adelantados y lujosos de España.