Nicolás Poveda | Martes 27 de abril de 2021
Comienzo esta nota, con una indicación por mi parte. Soy absolutamente contrario y me repugna cualquier acto de violencia que se puede realizar sobre una persona que sea contraria a nuestra forma de pensar. Soy de los que consideran al hombre, libre de expresarse como considere. Y no acepto cuando se produce un ataque físico, tanto en lo religioso, y esto lo digo por los musulmanes, para los que los demás somos infieles, y según el Corán, y por tanto dignos de castigo, como a los políticos y esto lo digo por lo que veremos después.
Sentado lo anterior por mi parte, vengo observando como cualquier persona preocupada por el futuro de su país y de lo que dejara a sus hijos y nietos, que el tema de las elecciones a la Comunidad Autónoma de Madrid, se ha salido de madre, como vulgarmente se dice por los partidos que según alguna prensa, constituyen el bloque de izquierda antifascista, cuando como tengo explicado en otras notas anteriores, el comportamiento de estos partidos es mas facha que otra cosa, pretenden dirigir el país como una troika ejecutiva, despreciando al legislativo y sometiendo al judicial, vamos cargándose los dos poderes que pueden limitar las funciones ejecutivas, pero que sin embargo se auto llaman democráticos, cuando tal conducta es lo más antidemocrático que existe, como hizo en su día Mussolini, Franco y Salazar, tres ejemplos por no alejarnos mucho, son como ellos.
Estas elecciones a la Comunidad de Madrid son más que unas elecciones autonómicas, porque así lo han querido el inquilino monclovita y el serrano galapaguino. El primero quito importancia al candidato del PSOE llamándole “soso”, y siguiendo el camino emprendido por el sinvergüenza del zapatitos, elevando la tensión de las elecciones.
Y llamo sinvergüenza al zapatitos, porque como Vds. saben pretendió en base a que había sido presidente del Gobierno anterior, construirse un casoplon en León en una zona urbanística protegida ambientalmente, usando de su antiguo poder para presionar a las autoridades locales y autonómicas. Eso es definitivo para determinar que se trata de una persona sin vergüenza alguna, y no voy a entrar en los viajes a Venezuela y los beneficios obtenidos, ya que me está llegando la documentación y por ahora no la tengo toda, pero un día lo hare público.
En cuando al galapaguino, pues nada menos que deja, con conocimiento o no del presidente del Gobierno y del Consejo de Ministros, el cargo de Vicepresidente Primero, para presentarse a las elecciones como miembro podemita, ante unos sondeos que decían que no llegaban al 5% y por tanto quedarían fuera de la asamblea, como paso en Galicia.
Y entre ambos, ya que Gabilondo pinta muy poco, se dan cuenta que el PSOE no esta creciendo en votos en los feudos antiguos de CDS, cuyo cadáver todos quieren hacer suyo, y el supuesto viraje al centro del PSOE no tiene el efecto de arrastrar a la candidata Ayuso a la derecha y coger votos para aparentar un centrismo que no existe como fascistas que son.
Y a ambos, les viene el recuerdo del zapatitos, su tensión y su memoria histórica, que en muchos casos, estamos viendo que ni es memoria ni es histórica y si no que se lo digan al Ayuntamiento de Palma y al de Sevilla con el nombre de calles, ni en el esclarecimiento de fusilamientos, en lo que se han gastado miles de euros y han realizado muy pocos. Y en el recuerdo del triste y fatídico personaje se les ocurre: Al galapaguino hacer público su designación como candidato el día 14 de Abril de la Republica, lo que se le frustra por el calendario legal electoral; anuncian una sacada de restos óseos del Valle de los Caídos, al que no hacen caso ni las propias familias de los allí enterrados; los jueces -pesados jueces- dictan sentencia debiendo devolver a la familia Franco, los muebles del Pazo de Meiras. Y entonces se les enciende la vela de que sería interesante para remover las elecciones el recuerdo de la Guerra Civil y de sus atentados y fallecidos.
Aparecen unos sobres, tres, en el Ministerio de Interior con unas balas dentro, dirigidos al Ministro de Justicia; al galapaguino y al director de la Guardia Civil. Dicho contenido se incluye en unos sobres amarillos, que han sido remitidos por Correos, clasificados y examinados por Correos; repartidos por Correos y entregados en el Ministerio, el cual a través de sus servicios de seguridad ha examinado y ha repartido los mismos. Yo califico la conducta de enviar balas en un sobre como un dato gravísimo que no puede tolerarse, pero tampoco procede y debe tener consecuencias la labor del Director de Correos, al que no se le puede hacer nada porque es amigo de Fulano, alto miembro del partido; a la empresa distribuidora, a la que tampoco se le puede hacer nada por ser conocida de alguien; los servicios de seguridad del Ministerio están exentos de responsabilidad, porque faltaría más, el propio Ministerio, estoy seguro que como siempre pagara el pato el pobre empleado o funcionario que llevo las cartas a su destinatario. Ya lo verán.
Ahora, hoy mismo, a la Ministra Maroto le han enviado en una carta una navaja con unas manchas de sangre. Resulta que la carta tiene escrito el remitente el, y sobre la supuesta sangre, esta es la hora en que no se nos ha dicho si es sangre, pintura o tomate. Si tenemos en cuenta que los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que lógicamente habrán intervenido en la recogida de la carta y la navaja llevan consigo unos reactivos, que ante la sangre producen un efecto, como sucede con los narco test y la cocaína, tal como vemos en multitud de películas, no se comprende como no nos han dicho si ha sido sangre o que es lo que hay en la navaja.
Lo qué si nos han dicho, es que la diputada Lastra, que estaba dando un mitin en Ferraz, salto en un momento determinado, gritando como gato al que se le pisa la cola, un nuevo atentado y diciendo que era Vox el autor. Si era un mitin propio en lugar propio, para que vienen los gritos, pues, fácilmente se desprende que eran para los periodistas que allí estaban, aprovechando tal circunstancia se hacía política electoral contra Vox.
Si a eso unimos el hecho de que la Directora General de la Guardia Civil interviene como oradora en un mitin electoral contra el PP y otras organizaciones de derechas, realizando manifestaciones impropias del cargo, ya que a los agentes de la G.C. se les tiene prohibido hablar de política y menos en público. Pero bueno con los socialistas en el poder tras el caso de Roldan cualquier cosa es posible.
Referente anterior lo que ayer comentaba sobre a utilización torticera del BOE para sus fines, claramente se advierte que lo que se ha producido es un cambio, que yo pienso estaba premeditado, de actitud, girando de un ir hacia el centro a ir a la extrema izquierda, para lo que se sigue la máxima zapateril de elevar la tensión.
Y mientras Vd. y yo, ciudadanos de a pie vemos como se rasgan las vestiduras por unos proyectiles metidos en unos sobres, cuando a Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordoñez, Lluch, Blesa, Isaías Carrasco; Luis Portero, Tomas y Valiente, etc., así hasta mas de 800, las balas se las metían en la cabeza, esos a los que ahora protege el ministro Grande, y entonces no protestaba ninguno de los que ahora claman al cielo.
La propia presencia del presidente del Gobierno en estas elecciones, cuando no se atrevió ni acercarse a Cataluña en su día con la intensidad que ahora hace, exigiendo un cordón sanitario, lo que unido a la duda de la renovación del suministro de vacunas del Covid, no es mas que una broma de muy mal gusto.
Nadie merece la muerte por sus ideas políticas o pertenencia a partido político alguno, y si hay ciudadanos que votan a los fachas de izquierdas, porque no va a haber los que votan a fachas de derechas.