Mi admirada, admiradísima, Vera Sharav. Superviviente de la Shoah, planificado, metódico y deliberado exterminio de los judíos europeos llevado a cabo por el nacionalsocialismo alemán. Y denunciando las colosales similitudes entre el genocidio pasado y el presente anunciado.
FARMAFIA, narcos, sin más
Vera conoce a la perfección FARMAFIA. Se convirtió en una luchadora contra tal despiadada camorra después de que su hijo adolescente muriera de una reacción fatal a la clozapina que le habían recetado para un presunto trastorno esquizo-afectivo.
En su "blog mordaz", denuncia sin ambages a la industria farmacéutica que, según sostiene, solo busca ganancias, miente a sus consumidores y engaña a la gente para que participe en ensayos que no dejan de ser más que experimentos biológicos. Zahiriendo sin cesar un modelo de negocio, pues, que se halla está centrado exclusivamente en las drogas, drogas farmacéuticas, cócteles de drogas.
Los genocidas de todas las épocas
Operación Covid-19 y Solución Final. Y su extraordinaria similitud con los primeros crímenes cometidos por el III Reich en materia de eugenesia, experimentación médica y asesinato en masa. Les hablé recientemente de la impía Aktion T. Cuando el poder de turno decreta que existen vidas indignas de ser vividas.
Entonces todo comenzó con los niños, luego se expandió a adultos con enfermedades mentales y, finalmente, a los hogares de ancianos, a los ancianos, gente destinada a morir (¿qué decir de nuestro gerontocidio de hace un año?). Población "sobrante" al decir del abominable supremacismo nazi. Y probando el Zyklon B que posteriormente se utilizó en las cámaras de gas. En Treblinka o Chelmo, por ejemplo. Luego, ampliación del macabro foco. Perdida la guerra, cuyos combatientes fueron financiados por los mismos banqueros, acelerón nazi: ni un judío sobre la faz de la tierra. Obvia y, felizmente, no consiguieron su criminal propósito...
...Y la "justificación". Deshacerse de lo que los nazis denominaban "comedores inútiles". Su economía estaba francamente debilitada en tiempos bélicos, agravándose irreversiblemente en sus estertores finales. Todo iba para la guerra, pura economía de guerra y los civiles alemanes apenas tenían para comer. Hormigueaba extrema escasez y todo lo que ello conlleva. Era la peculiar manera de lidiar con el "volk", con el impresionante poro abierto del "volk". Y olvídese del sacrosanto e irrepetible individuo.
El sagrado yo, siempre triturado
Bajo el régimen nazi. Lo mismo sucedió bajo el régimen soviético y bajo el régimen chino. Tienes una dictadura que gobierna la sociedad con miedo, pánico constante y absoluto control y vigilancia. Y disciplinamiento social. Se trata de "proteger" un volk, el que sea, hogaño el "democrático liberal". Y ahora con más posibilidad de voltear la tuerca: la letal tecnología lo permite y favorece. En román paladino, ya le hubiese gustado a la siniestra Stasi tan pintiparada y brutal tecnología.
Memento, otro ejemplo: IBM (el HAL del genial Kubrick en 2001, una odisea espacial) tenía un contrato con la Alemania nazi y suministraron su tecnología de tarjetas perforadas. Ello permitió a los nazis identificar y reunir a los judíos europeos. Esa fue la bendita contribución de IBM al Holocausto. IBM vendía tecnología al mejor postor. Y controlaba gobiernos. Y pensar que Hitler pretendía revertir el poder globalista de los treinta: semejante tesis tan solo me suscita una intensa descojonación, a lo Luis Ciges. Follow the money, follow the power. Nada cambia. Hoy igual. Bill Gates, por ejemplo. Cum Fraude, uno de sus chuchos predilectos. Y mejor amaestrados.
El imperio económico de las "vacunas"
Un mercado de más de siete mil millones de personas. Suculento objetivo. El pecuniario encanto de las vacunas covid. Una industria, la vacunera, pieza nuclear de FARMAFIA, posee un valor estimado de 60 mil millones de dólares anuales. Y los matarratas covid, aproximadamente 300 mil millones al año…
…Y Bill Gates invirtiendo en otras siete empresas farmacéuticas que aún han desarrollado la "vacuna". Entonces le preguntan, ¿no es una gran pérdida de dinero? El genocida filántropo contesta: "¿Qué son unos pocos miles de millones de dólares cuando hablamos de billones?"
Sí, de eso se trata. Son billones. Y de billones de poder. No solo económico. En fin.