Operación Covid-19, pergeñando en la actualidad su inexistente cuarta ola (como inexistente fueron las tres primeras). Incluso pedregosos covidiotas comienzan a ver cosas raras. Hace quince meses te motejaban de terraplanista, loco, magufo, nazi. Obviamente, les escuchaba y me descojonaba en su cara, no podía (ni puede) ser de otra forma. Hoy, algunos, sospecha, mosca detrás de la oreja. "Por fin majo, comienzas a coscarte. Hacer vacunas de virus que no existen, jeje, puto pitorreo. Solo con eso deberías recelar". Y nunca es tarde si la dicha es buena.
Covid-19, asesina conspiración planetaria
Y reiteremos. La OPERACIÓN COVID-19 es una conspiración criminal internacional aparentemente mucho más compleja de lo que nadie pudiese imaginar. Pero, como tantas veces se lo comenté, más agujeros que un colador. Se les ve demasiado el cartón. Pero la hipnótica operación psicológica militar principiada en la ciudad china de Wuham, a finales del 2019, engañó por completo a casi todo el mundo e hizo que la peña de todo el mundo creyese un delirante y desnortado y disparatado relato de "coronavirus". Totalmente falsa, obvio.
Lo que ocurrió fue, nada menos, que un ataque biológico en toda regla contra los wuhaneses con un arma biológica y electromagnética altamente sofisticada (arma: no inexistente Sars-Cov-2 escapado de laboratorios). La serie de ataques bioterroristas que siguieron en todo el mundo utilizaron diferentes variantes del arma biológica covid-19, cada una de cuales fue diseñada mediante bioingeniería para mutar in vivo de modo que la plandemia continuara ad infinitum. Et ad libitum.
Esto significa variantes de armas biológicas Covid “lanzadas” deliberada y criminalmente contra Italia y España, al inicio. Más tarde Teherán, Nueva York y Guayaquil (Ecuador), por ese estricto orden, padecieron ataques biológicos, sutil y vidriosamente diferentes, contra distintas poblaciones objetivo ("crime target"), cada uno de los cuales produjo su propio conjunto de plural sintomatología, siempre y en todo momento asociada a una gran amalgama de plurales enfermedades respiratorias y pulmonares.
La pesadilla jamás terminará
De tal modo, síntesis: el arma biológica covid-19 (ningún virus) asediará a la humanidad a perpetuidad. Este estado de cosas, asesina bioingeniería mediante, establece en todo el mundo un escenario para un régimen de vacunación global que requerirá una inyección semestral, o anual, que mantenga a la población al día con las "cepas" ("cepas" de virus inexistentes: juas, rejuas) actuales de covid-19.
Lo que también, desde luego, permite a los bioterroristas militares covid ( y títeres diversos) fabricar un aplastante y arrollador consentimiento poblacional para implantar un Certificado Verde Digital, Pasaportes de Vacuna covid-19, Certificados de Inmunidad, Pasaportes Verdes y otros documentos y martingalas varias que prueben un estado de “vacunación” actualizado. Que garanticen y confirmen tu definitiva e irremediable sumisión...
¿LA OPERACIÓN COVID VAX en pleno apogeo... o fracaso absoluto?
Y parece que no hay nada que pueda detener este programa genocida a cámara lenta que se extiende por todo el planeta como un mastodonte fuera de control. La creciente y extremadamente peligrosa Super Agenda de Vacunación covid-19, segunda fase, pues.
Lo de toda la puta vida. Falso problema. Reacción. "Solución". Y THE GREAT SCAMDEMIC se irá prolongando durante varios años, en diversas etapas. Simultáneas. Y sucesivas. La pesadilla jamás concluirá. Su objetivo principal es doble: Debilitamiento y despoblación.
Estrategia decisiva del NOM: la mayoría acabará sucumbiendo a la Super Agenda de "Vacunación" para poder recuperar su "vida" ...... que, en realidad, NUNCA acontecerá por muchos matarratas transgénicos que les casquen. Chantaje, pues, otro más: si deseas hacer "cualquier cosa" o ir "a cualquier parte" o vivir una "vida normal", ya sabes, violación. Lo llaman "vacuna". Y, de momento, no somos vacas.
Contra la violación, obligada reacción
Ante tamaña estafa, jamás ha resultado tan perentorio e imperativo que cada persona proteja su inviolable soberanía personal, así como que defienda la soberanía personal de los que están a su cargo. Nadie, sea gobierno o corporación o Rita la pollera, tiene el derecho o la autoridad o el poder de violar la soberanía personal de nadie ¡Nunca! Singularmente cuando la violación es tan profunda, cuando el crimen contra la humanidad deviene tan atroz.
Y preparándonos, mientras, para el siguiente pufo. ¿Otra plandemia? ¿Digital? ¿Apocalipsis zombi? En un próximo artículo les explico este último. En fin.