OPINIÓN

El estado del estado (93): La verdad (XVIII)

Carlos González | Viernes 09 de abril de 2021
Ahora ya sabemos, y lo hemos incorporado como Verdad Objetiva que, basados en el funcionamiento de las partículas, tanto sub-atómicas, como de los propios átomos y moléculas, que hasta la actualidad sabemos de la Física atómica y la Química orgánica, el funcionamiento de cualquier individuo y de los grupos sociales, ha de responder a las mismas leyes por las que se rige el mundo del que estamos formados.

Yony nos recalca que siempre tengamos presente esta gran verdad, que es objetiva para todos y nadie puede sustraerse a ella, no importa que la conozca o no, porque la cumplirá siempre.

Cuando echamos una mirada a toda la historia de la humanidad conocida, esta siempre se ha comportado inexorablemente con esos parámetros. Por ello es una ley científica, y podemos usarla sin temor alguno porque nos resolverá cualquier duda o problema en cualquier circunstancia: Los individuos y los grupos siempre quieren, como los átomos y moléculas, agruparse, hacerse irrompibles –veamos la energía que se necesitó para alcanzar la ruptura de un átomo- crear asociaciones lo más grandes, fuertes y complejas posibles, e imperar sobre su entorno para dominar en exclusiva. Y cuando no es en exclusiva siempre en conflicto larvado o manifiesto contra sus competidores.

Esta ley científica nos explica todo el funcionamiento de todas las religiones, ideologías, etnias, tribus, así como las naciones y estados. Siempre encontramos el liderazgo al frente -ley de la gravitación, electromagnetismo y Nuclear fuerte con ánimo de aglutinar y dominar, que no se aparte o se escape nadie, delito de traición- los individuos y sub-grupos comportándose, unos como Protones –energía positiva, élites y familias más fuertes y pro régimen- otros como neutrones -carga neutra, en el núcleo pero sin decantarse, ni luchan muy a favor ni se oponen-, y otros como electrones –carga negativa, viven alrededor siempre en contra, pero no se van-. Su labor es de oposición permanente, luchan en contra de esa cultura, si pueden la rompen, pero cuando construyan otra lo normal es que comiencen desde cero a oponerse de nuevo. Estúdiese los herejes, brujas, chamanes, y disidentes de cualquier cultura o civilización conocida. Siempre en contra del poder establecido. Y disienten sí, pero de esa cultura, luego están permanentemente –cual electrones alrededor- ligados a ella.

Y, por otra parte, siempre está eternamente presente la Interacción Nuclear débil. En todos los sistemas sociales, bien ideológicos bien territoriales, siempre están las fuerzas de destrucción del mismo. El ánimo de crear otras agrupaciones más pequeñas y más uniformes. Hoy tenemos en Europa las dos a la vez manifestándose de distintas maneras: Brexit por un lado –Nuclear Débil, destrucción de la UE-. Vascos y catalanes, entre otras regiones de Europa, luchando por seguir en la Nuclear Fuerte, unidos a la UE pero con su propia Nuclear Débil, construyendo su propia agrupación pequeña inicial. Polonia y Hungría, queriendo pertenecer al grupo unido, pero oponiéndose a la unión y la uniformidad. Y la propia Interacción Nuclear Fuerte de dicha UE que pretende agrupar y organizar lo más estrechamente posible al mayor número de estados. Frente a ella los EEUU o Rusia que desean la nuclear fuerte para sus estados, que no se desintegren, y al mismo tiempo que no se haga la UE más fuerte e integrada. Y si pueden tratan de romperla.

El estudio de los individuos es quizá más sencillo, en todas las épocas históricas han existido y existen los individuos, familias y sub-grupos totalmente pro-régimen y defensores a ultranza del “Statu Quo” –el Núcleo-, y a su lado también se ha producido una amalgama de traidores, refugiados, pasos de una cultura a otra, matrimonios mixtos, y un sin fin de situaciones que colocó a personas, familias y sub-grupos menores entre una civilización y otra, o con culturas distintas dentro de un mismo espacio político territorial. Unos se sentían vinculados por un electromagnetismo –su cultura, ideas, creencias y costumbres, estúdiese toda la evolución del pueblo Judío desde la destrucción del Templo (70 D.C.) hasta nuestros días, y en los distintos estados y civilizaciones- otros se integraban, o no, como Nuclear Fuerte o Débil en cada momento –estúdiese los Judíos pro-Austria, en la I Guerra Mundial, y los Judíos anti-Alemania en la II- y comprobamos que en todas las situaciones las cuatro Interacciones de la Física de partículas, como no podía ser de otra forma, están siempre presente. Los individuos según su vinculación afectiva se sienten de una cultura o la otra, que siguen a un rey –líder momentáneo- o a otro, que en función a sus deseos de atracción o repulsión dejan una civilización o se integran en otra, o viven al margen de ambas. Y todo ello con esta plantilla comprobamos cómo nos explica el funcionamiento de cualquier voluntad humana, tanto individual como sub-grupal.

Dice Yony que debemos ser conscientes de que, ingenuos de nosotros, creemos que adoptamos libremente esas decisiones de apartarnos o unirnos, y no vemos que estamos sometidos a fuerzas e interacciones de la Física que determinan que un estudioso ajeno puede predecir, con muy poco margen de error… Cuál va a ser nuestra elección.

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