mil21 | Miércoles 17 de marzo de 2021
Con motivo del primer aniversario del estallido de la crisis sanitaria y en plena campaña de vacunación, Ecologistas en Acción recuerda que el origen de la pandemia no es fruto del azar y que hay que responder a sus causas de fondo.
Esta semana, ya en plena campaña de vacunación, se cumple un año de la declaración del primer estado de alarma, el marco legal que se ha utilizado en el Estado español para imponer restricciones a los derechos de movilidad o reunión con vistas a contener la expansión del coronavirus responsable de la COVID-19. Durante el pasado año la población en general ha seguido y aceptado en buena medida las instrucciones y medidas tomadas por el Gobierno central y las comunidades autónomas, no sin poner en duda en muchos casos su coherencia y justificación.
En los primeros meses de la pandemia, especialmente durante el confinamiento, desde instituciones científicas y organizaciones sociales y ambientales -entre ellas Ecologistas en Acción- se llamó la atención sobre las causas de fondo de la aparición de la COVID-19 y otras enfermedades infecciosas emergentes. Se puso énfasis en la destrucción cada vez más acelerada de los ecosistemas naturales y la biodiversidad, principalmente en regiones tropicales, impulsada por la globalización capitalista.
La situación ha sido también caldo de cultivo de relatos conspiranoicos muy variados que en nada ayudan, como que el origen del coronavirus se encuentra en un laboratorio chino o que el 5G propaga el virus. Estos relatos no ayudan a desentrañar cuáles son las causas estructurales de esta pandemia y de otras que puedan venir.
Durante las últimas semanas, con la llegada de las primeras vacunas, los medios de comunicación han llenado portadas y programas con noticias diarias sobre los ritmos de inmunización, los problemas de distribución o las polémicas entre gobiernos y empresas farmaceúticas.
En este contexto, Ecologistas en Acción señala que aunque las vacunas son evidentemente necesarias para hacer frente a la actual crisis sanitaria, se están presentando como la respuesta del sistema a un problema surgido exclusivamente del infortunio. El hecho de poner el foco únicamente sobre esta solución tecnocientífica contribuye a apuntalar un relato y un viejo/nuevo ideario colectivo que legitima la actuación de los gobiernos, oculta las causas profundas de la pandemia y escamotea el debate sobre las medidas necesarias para reducir el riesgo de futuras pandemias y estar mejor preparadas como sociedad en caso de que se produzcan.
El origen de la pandemia no es fruto del azar. Además, muchas de las medidas ejecutadas han sido y son clasistas y han favorecido a los sectores más pudientes. Tampoco se ha hecho nada para abordar las causas de fondo, como la deforestación, la destrucción de los ecosistemas o el desmantelamiento y externalización de la sanidad pública. Por todo ello, en este aniversario, Ecologistas en Acción vuelve a llamar la atención sobre las dinámicas políticas y económicas que han conducido a la aparición y expansión de la COVID-19, y condicionado la gestión de la crisis sanitaria que ha producido.
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