Díaz Ayuso asegura que quiere defenderse del ataque que le iban a hacer la izquierda y Ciudadanos, algo que niega Ignacio Aguado. Da lo mismo, ningún miembro del partido de Arrimadas forma ya parte del Ejecutivo, todos han sido cesados. La guerra se escapa del ámbito de la política y entra en el del Derecho.
Si miramos el Estatuto de la Comunidad los Decretos leyes entran en vigor tras su publicación en el BOCAM, algo que no ha sucedido. Si nos ajustamos al Código Civil y al Derecho Administrativo, la confusión aumenta. Bastaría con la firma de la presidenta para que tuviera efectos legales, aunque no estuviera publicado. Desde la oposición defienden lo contrario.
Será el tribunal Superior de Justicia de Madrid quien interprete las Leyes y dicte la resolución oportuna. Una situación a la que, con toda seguridad, se opondrá la parte que se considere perjudicada. Y llegados a ese punto será el Tribunal Constitucional quien determine si en la Comunidad de Madrid habrá elecciones o Ayuo se tendrá que someter a dos mociones de censura. Inestabilidad política que perjudica a los ciudadanos y a los problemas reales a los que se enfrentan, desde los sanitarios a los económicos.
Para que la imagen de España se deteriore un mucho más por las peleas política, en castilla y León los socialistas han presentado su propia moción de censura contra el Gobierno de Fernández Mañueco, pese a que el líder de Ciudadanos y vicepresidente ha asegurado que su grupo no la apoyará. Con ocho parlamentarios que cambien de bando sería suficiente.
En Andalucía el presidente de la Comunidad, Moreno Bonilla, y el vicepresidente y responsable de Ciudadanos, Juan Marín, han vuelto a “jurarse” amor de Legislatura. No sería la primera vez que el líder del partido naranja cambia de idea y de apoyos. Ya lo hizo desde ese mismo puesto con la socialista Susana Díaz.
En la Comunidad de Madrid, sea cual sea la decisión jurídica que prevalezca, lo que ya ha ocurrido es que la Asamblea se ha declarado en “rebeldía” frente al Gobierno de Ayuso. No se ha disuelto y ha aprobado la tramitación de las dos mociones de censura. Hay un plazo de cinco días para llevarlas a efecto. Y de nuevo tenemos los recursos judiciales como estrellas del panorama político.
Si alguien considera que con ese panorama tenemos suficiente espectáculo con el que asombrar una vez más a Europa, se equivoca. Este viernes, doce de marzo, termina el plazo para que se constituya el parlament catalán y ni ERC, ni Juntsx Cat, ni la CUP se han puesto de acuerdo sobre la composición de la Mesa del mismo y mucho menos del futuro gobierno que presidiría Pere Aragonés.