En la reunión anual con los principales funcionarios del Ministerio de Defensa, el presidente Putin ha ordenado destruir sin contemplaciones cualquier objetivo que amenace al ejército ruso en Siria y ha advertido que no tolerará provocaciones “contra nuestros soldados”, en referencia al derribo del avión SU-24. Las amenazas del dirigente ruso han incrementado la tensión entre Moscú y Washington después de que ambas potencias han armado sus cazas con misiles aire-aire, ante un eventual enfrentamiento de rusos y norteamericanos en los cielos sirios.
“Pido que se destruya de inmediato a quien amenace a las fuerzas rusas o a nuestras infraestructuras terrestres en Siria”, afirmó Vladimir Putin en la reunión anual con el Consejo del Ministerio de Defensa, compuesto por los principales funcionarios del departamento y gobernadores de la Federación Rusa.
El objetivo de la intervención rusa en Siria, según Putin, “no se debe a intereses geopolíticos o el deseo de probar nuevos sistemas de armas, sino a impedir que los terroristas consolidasen su posición en Siria y se extendiesen al territorio de la Federación Rusa”.
El líder ruso trata de obligar a la coalición internacional liderada por EEUU a bombardear las infraestructuras petroleras del Estado Islámico
El líder ruso advirtió que no toleraría “que intenten organizar otra provocación contra nuestros soldados”, y desveló que los aviones de combate rusos se coordinarán con el centro de control de la Fuerza Aérea de Israel y las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos.
Con esta medida, Moscú trata de evitar tanto que se produzca otro incidente como el derribo del SU-24 por la aviación turca, como obligar a los aviones de la coalición internacional a bombardear las infraestructuras del Estado Islámico, sobre todo la red de contrabando de petróleo.
Pregunta-trampa del embajador ruso
En esta línea elembajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitali Churkin, ha revelado a la Agencia Ria Novosti que “formulé a los Gobiernos de Estados Unidos y Turquía una pregunta muy simple: ustedes han estado realizando vuelos en Siria durante un año, nosotros llevamos allí dos meses y ya hemos presentado muchas fotos que demuestran que a través de la frontera con Turquía entra crudo de contrabando. ¿Ustedes no lo sabían? Deberían haber informado al Consejo de Seguridad de la ONU”.
El presidente subrayó en su intervención ante un centenar de altos funcionarios que en dos meses y medio las operaciones combinadas de la fuerza aérea, de los buques de la flotilla del mar Caspio y del submarino “Rostov-na-Donú” situado en el mar Mediterráneo, unido al uso de nuevos sistemas de armas de alta precisión, “han causado graves daños a la infraestructura terrorista lo que ha permitido cambiar cualitativamente la situación en Siria”.
El 9 de diciembre el “Rostov na Donú” atacó infraestructuras petroleras del Estado Islámico con misiles de crucero “Kalibr” lanzados con el submarino sumergido.
En el transcurso de la reunión el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, afirmó que los terroristas del Estado Islámico o Daesh ocupaban alrededor del 70 por ciento del territorio sirio y la mayoría de Irak. “Los yihadistas actualmente suman unos 60.000, y hay una amenaza de que se propaguen a Asia Central y el Cáucaso”, dijo.
Más de 8.000 objetivos destruidos
Shoigu aseguró que los ataques aéreos se han centrado en la destrucción de los centros de extracción, refino y almacenamiento del petróleo controlado por los yihadistas. Desde el pasado 30 de septiembre los cazabombarderos llevaron a cabo unos 4.000 vuelos y destruyeron más de 8.000 objetivos del Estado Islámico.