Juan Carlos Gaeta | Lunes 25 de enero de 2021
El colapso ya esta aquí, y no me refiero al colapso por la tercera ola del Coronavirus, totalmente previsible, en los centros hospitalarios ni al colapso en las UCIs, al que se va a llegar dentro de nada por las reiteradas malas decisiones de nuestros dirigentes. (Ellos sabrán lo que hacen...).
El colapso al que me refiero es la última etapa que han tenido históricamente todos los imperios: "explosión, comercio, riqueza, intelectual, decadencia, declive y colapso". Al principio de la pandemia, por lo visto hoy es su aniversario, se nos comunicó que aquí ni llegaría. Más adelante nos dijeron que habría un caso o dos. Luego lo de las mascarillas, sí, o mascarillas, no. A continuación que se había vencido, y que ello nos haría más fuertes. Por decir..., han dicho de todo, de todo y más que de todo. La falta total de liderazgo frente a la pandemia, es de Cum Laude. Pero a todos esos indigentes intelectuales, esto ya no se les aguanta por ninguna parte. ¡¡Por ninguna parte!!
Y si lo de nuestros dirigentes es delirante, ahí están las cifras de fallecidos que se ha llevado por delante la pandemia, el comportamiento irresponsable de algunos conciudadanos es para enmarcar. Gracias a su más que lamentable comportamiento hay personas que no saben si vivirán de aquí un minuto, o mañana, o pasado.
El "egoismo", raíz de todos los males del mundo mundial, de unos pocos frente a la solidaridad del resto. Ésa solidaridad que, por otra parte, NO se vió cuando el Infame 10 de marzo de 2.015, aún menos cuando un abogado decidió plantar cara al sistema judicial, que TAMPOCO se vió con lo de la aseguradora, y que apenas se ha visto cuando unos gamberros han pateado a un periodista. El "yoismo" frente al colectivismo. El "yoista" frente al colectivista. ¿En qué se ha convertido la sociedad?
El problema es que la cantidad de "yoistas" aumenta a considerable velocidad, y no parece que la tendencia vaya a revertir. La adoración posesa que sienten por los nuevos "vellocinos de oro" es para flipar pepinillos. Lo raro ya no es que alguno acabe por estos lares, o que tengan mucho dinero; lo más raro de todo es que tengan seguidores. ¡¡Alucinante!!
Pero para todos los que no sabemos ni quiénes son toda ésta panda, aún queda alguna esperanza porque siempre habrá cosas que aprender, libros que leer, compañeros de viaje con los que cabalgar, gigantes a quiénes derribar y Dulcineas que todavía quieran ser conquistadas.
Decía el GRAN Denis Parson Burkitt que "si la gente está constantemente cayéndose por un acantilado, se puede colocar ambulancias bajo el acantilado, o construir una valla en la parte superior. Estamos colocando demasiadas ambulancias bajo el acantilado", y qué santa razón tenía.
Intenten ser felices.
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