Un grupo de jóvenes ilegales se encontraba consumiendo drogas a altas horas de la madrugada en el patio de la entrada de las instalaciones. Según narran los propios trabajadores del centro, los inmigrantes estaban desatados, gritando en árabe, en estado ebrio, formando un gran alboroto sin respetar las normas disciplinarias.
El personal de seguridad se dispuso a llamar la atención al grupo de menas para enviarlos de vuelta a sus estancias. Ante la negativa de estos, los trabajadores del centro se vieron en la obligación de llamar a varias patrullas de la Policía Nacional. A la llegada de los agentes, los inmigrantes comenzaron a huir, sin embargo, la policía logró capturar a uno de los cabecillas que, en el momento de su detención, propinó varios puñetazos al personal de seguridad del centro.
Por otro lado, los agentes localizaron otro grupo en el interior del baño. En ese instante, uno de los ilegales golpeó fuertemente a los policías causándoles varios hematomas en el cuerpo. El suceso se saldó con dos detenidos, ambos de origen magrebí, que fueron trasladados al Grupo de Menores de la Policía Judicial. Al día siguiente, los dos jóvenes fueron puestos en libertad.
Los vecinos del barrio de Batán, y los más cercanos al centro de acogida, llevan varios meses movilizándose para poner fin a esta situación. Exigen el cambio de ubicación del centro de menas de manera inmediata. Muchos de ellos se encuentran en una situación insostenible y alertan de las condiciones de inseguridad en sus viviendas: “sentimos miedo cada vez que salimos de nuestras casas” denuncian.
Desde la puesta en marcha del centro de menas, el incremento de delitos violentos ha sido más de un 611% respecto al mismo periodo del año anterior. Los delitos más cometidos son el robo con violencia e intimidación. Aún siendo conocedores de estos datos, y en plena crisis económica y sanitaria, el gobierno de Sánchez e Iglesias lleva en sus Presupuestos Generales del Estado la concesión de 29 millones de euros para los centros de menas.
El presidente de VOX, Santiago Abascal, acompañó el pasado mes de septiembre a Rocío Monasterio para conocer de primera mano los desgarradores testimonios de nuestros vecinos.