Hablamos de la sorprendente historia de Lázaro Albino, un bebé que nació prematuro y al que los médicos dieron por muerto. Tras pasar varias horas en una morge, trabajadores de una funeraria local descubrieron que el menor estaba vivo.
El bebé prematuro llegó al mundo a las 23 semanas de gestación y, para pesar de sus padres, fue declarado muerto al nacer. Sin embargo, trabajadores de una funeraria local lo encontraron llorando en la morgue. Ahora, tras permanecer 36 días en el área de cuidados neonatales del hospital General Zona 20 'La Margarita', del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha fallecido.
"El IMSS lamenta profundamente el fallecimiento del bebé Lázaro y se solidariza con los padres del menor", ha anunciado el organismo en un comunicado. "Las causas fueron su condición de prematurez extrema y la falta de desarrollo en el vientre materno".
Lázaro nació el pasado 21 de octubre en el mismo centro de salud de Puebla, donde donde los médicos lo declararon muerto y, posteriormente, lo llevaron a la morgue del hospital, en la que permaneció varias horas dentro de los refrigeradores.
"El bebé estaba vivo ahí adentro y estaba congelándose", comentó a Univision Noticias Miguel Ángel Flores, dueño de la funeraria Flores, encargada de recoger el cuerpo. Rápidamente el bebé fue llevado al área neonatal, donde permaneció hasta el día de su fallecimiento.
"Cuando tuve al bebé, ellos nunca me lo enseñaron. Yo no supe que fue lo que pasó con él, hasta que mi esposo me platicó lo que habían hecho con mi bebé", explicó la mujer a los medios locales. "¿Él que culpa tenía? Él no tenía nada de culpa".
Por su parte, el gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, ha anunciado que "presentamos denuncias penales para que se investiguen los hechos, se determinen responsabilidades y los delitos cometidos o la negligencia médica o todas las faltas que pudieran incurrir".