El jefe de la Armada china ha advertido a su homólogo norteamericano que puede desatarse una guerra en el Mar de China Meridional si Estados Unidos prosigue con sus “actos de provocación” en las islas Spratlyque Pekín considera aguas territoriales chinas. En respuesta, el gigante asiático ha desplegado aviones de caza en las cercanas islas Paracelso.
Medios de inteligencia europeos señalan a MIL21 que Estados Unidos trata de mantener la iniciativa en la región Asía-Pacífico (su gran desafío del siglo XXI) con la finalidad de demostrar a sus aliados y adversarios que sigue siendo la primera potencia mundial.
Esta actitud pasa por impedir por todos los medios que Estados Unidos se vea desbancado por China, subrayan las fuentes. La estrategia de Putin de desplazar a Estados Unidos de Siria e Irak y, en breve, de Afganistán, ha obligado al presidente Obama a reconsiderar las prioridades estratégicas.
Las fuentes consideran decisiva la alianza chino-rusa para dividir el esfuerzo de Estados Unidos en tres grandes frentes: Europa, Oriente Medio y China-Pacífico, y someter a la súper potencia a un desgaste militar, económico y social que llegue a ser insostenible.
Sería tanto como “darle la vuelta” a la estrategia desarrollada por la Casa Blanca para debilitar a Rusia y China a la vez.
Respecto a Rusia, provocando el desplome de su economía mediante las duras sanciones económicas por la adhesión de Crimea y la caída del precio del petróleo, principal fuente de ingresos de Moscú junto al gas.
En relación a China, tratando de impedir que el yuan compita con un dólar cada vez más debilitado por la trillonaria deuda de Estados Unidos.
Advertencia del jefe de la Armada china
En este contexto, cobra especial importancia la escalada de la tensión entre Washington y Pekín en el escenario del Mar de China Meridional. El último desencuentro: las advertencias del jefe de la Armada China, almirante Wu Shengli, a su homólogo estadounidense, almirante John Richardson.
Los dos mandos militares sostuvieron una videoconferencia el viernes 30 de octubre, según informa la agencia Reuters después de que el destructor lanzamisiles norteamericano “USS Lassen” navegase el martes 27 de octubre dentro de las 12 millas náuticas (22 kilómetros) de una de las siete islas artificiales construidas por Pekín en el archipiélago Spratly.
El almirante Shengli afirmó malhumorado a su colega que “Si Estados Unidos continúa con estos actos de provocación, un pequeño incidente podría provocar una guerra”. Ambos militares acordaron activar un protocolo para evitar que buques y aviones chinos y estadounidenses protagonicen incidentes en esas aguas.
Por su parte, el almirante Richardson aseguró que Estados Unidos -que no reconoce derecho territorial alguno de China sobre el archipiélago de las Spratly- seguiría con sus patrullas en lo que considera aguas internacionales de libre circulación.
Envió de cazas a las islas Paracelso
Al denominado “acto de provocación” Pekín ha respondido con el envío de varios cazas Shenyang J-11B (un desarrollo de los cazas de superioridad aérea rusos Sukhoi SU-27) al aeródromo de la isla Pinyin (Woody en inglés), una de las islas Paracelso en el mar de China Meridional.
Ocupada por China desde 1974 y reclamada por Taiwán y Vietnan, la isla Pinyin se encuentra a medio camino entre China continental y las islas Spratly.
El aeródromo de Pinyin cuenta con una pista de despegue y aterrizaje ampliada en 2014 hasta los tres kilómetros de longitud, lo que permite operar a los bombarderos estratégicos de última generación H-6K y aviones de transporte además de cazas.
Revés chino en los tribunales
Mientras tanto, se redoblan los movimientos políticos y diplomáticos de Pekín y Washington. La semana entrante el presidente de China, Xi Jinping, visitará Vietnam y Singapur, mientras que el ministro de Defensa chino Chang Wanquan asistirá a una reunión de titulares de Defensa del Sudeste Asiático en Malasia. Encuentro al está convocadoel secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter. El Gobierno chino defenderá en la reunión su soberanía sobre el archipiélago de las Spratly.
En una semana llena de tensión, dos días después del incidente con el destructor norteamericano China sufrió un revés legal al dictaminar un tribunal de arbitraje de los Países Bajos su competencia para examinar las reivindicaciones territoriales presentadas por Filipinas sobre las islas que Pekín reclama suyas.
Manila recurrió en 2013 al arbitraje para defender el derecho de explotar las 200 millas náuticas de su Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Mar de China Meridional, acogiéndose a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Pekín no reconoce la autoridad del tribunal en el litigio.
Pekín desconfía cada vez más
La revista online “The Diplomatic”, editada en Tokio y especializada en la región Asia-Pacífico, sostiene que “China sigue una política totalmente defensiva en el mar de la China Meridional, pero Occidente no reconoce este hecho”.
Su analista Mu Chunshan afirma que episodios como el del destructor “USS Lassen” tendrán respuesta por parte de Pekín y “aumentan la probabilidad de que China intensifique los preparativos para un conflicto [con Estados Unidos], debido a que desconfía, como nunca lo había hecho, del comportamiento de Washington”.
“Si China percibe una amenaza a su soberanía, ofrecerá una respuesta feroz”, asegura la revista “The Diplomatic”
Estados Unidos trata de demostrar a sus aliados en Asia “que puede controlar las acciones de una superpotencia regional como China, pero si el país asiático percibe una amenaza a su soberanía ofrecerá una respuesta feroz”, explica el analista.
“Las reformas llevadas a cabo bajo la dirección del líder Xi Jinping han mejorado la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas de China y si Estados Unidos no abandona su ‘viejo hábito’ de realizar maniobras cerca de las aguas territoriales chinas, existe una alta probabilidad de que se produzca una confrontación militar entre ambos países”, concluye Mu Chunshan.