El poder del Estado Islámico y la escalada bélica en Siria e Irak han provocado un duro enfrentamiento, de consecuencias impredecibles, entre el Cristianismo y el Islam: la Iglesia Ortodoxa Rusa ha llamado a la “guerra santa” para respaldar a sus soldados en esos países, mientras que clérigos saudíes incitan a los yihadistas a combatir contra los “infieles”.
En una muestra de total apoyo a Putin, la Iglesia Ortodoxa Rusa ha hecho un llamamiento a sus seguidores para que se impliquen en una “guerra santa” contra el Estado Islámico en Siria, con el fin de proteger a los cristianos de la región.
El patriarca de Moscú y de todas las Rusias Kiril -con un liderazgo religioso similar al ejercido por el Papa en la Iglesia Católica- ha cerrado filas con el líder ruso al afirmar que “la lucha contra el terrorismo es una batalla sagrada y hoy nuestro país es quizás la fuerza más activa en el mundo en esta lucha”.
El líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa pide que el conflicto en Siria no se convierta en una guerra mundial
Vladimir Putin obtiene así el respaldo de la influyente Iglesia rusa en su estrategia para acabar con el Estado Islámico y situar a Rusia de nuevo como una potencia decisiva en Oriente Medio; por su parte, el patriarca Kiril logra el apoyo militar para acabar con “los secuestros de clérigos, asesinatos despiadados de obispos y monjes, y la destrucción de templos”.
El líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa ha pedido a la comunidad internacional que el conflicto en Siria e Irak no se convierta en una guerra mundial, se terminen las muertes de civiles y los soldados rusos regresen a casa con vida.
La Iglesia rusa, después de 75 años de durísima represión bajo el régimen comunista, es vista por la sociedad como una fuerza unificadora en la llamada “Era Putin”.
Desde su ascenso al poder, Vladimir Putin ha supervisado la reconstrucción y restauración de más de 23.000 iglesias que fueron destruidas bajo el dominio soviético, según la prensa rusa.
Al dirigente del Kremlin le gusta transmitir una imagen pública de devoto creyente. Se deja ver en ceremonias religiosas y visita con frecuencia diversos monasterios de Valaam, Kirilo-Beloziorski o Ferapont.
Pero la actitud combativa de la Iglesia Ortodoxa Rusa ha tenido su contraparte en el pronunciamiento de medio centenar de clérigos y académicos wahabitas de Arabia Saudí que han firmado una declaración coincidiendo con el inicio de la campaña aérea de Moscú.
Los wahabitas saudíes instan a los jóvenes musulmanes a dar la vida combatiendo a las tropas rusas
En el documento instan a los “verdaderos musulmanes” a dar su vida combatiendo a las tropas rusas, iraníes y sirias del ejército del presidente Bashar al-Asad. Los clérigos definen a los yihadistas como “santos guerreros que están defendiendo a toda la nación islámica de la coalición occidental rusa”.
Pero lo más preocupante, a juicio de fuente de inteligencia europeas, es que los wahabitas, la corriente más influyente sobre los musulmanes suníes que son mayoría en Arabia Saudí, afirman que la ofensiva militar de Moscú supone una ;declaración de ;guerra a los suníes.
Según la prensa de Irán -país de mayoría chií y acérrimo enemigo de Arabia Saudí-, algunos de los clérigos wahabíes que han lanzado el llamamiento antirruso ;son miembros de la Unión Internacional de los Ulemas Musulmanes, dirigida por Yusuf al-Qaradawi ulema egipcio considerado una de las personas más influyentes del mundo islámico.
Al-Qaradawi es uno de los líderes intelectuales de los Hermanos Musulmanes, dirige en la cadena de televisión qatarí Al-Yazira el programa “La Sharia y la vida” con una audiencia de decenas de millones de espectadores y escribe en la conocida web “Islam on line”.
La guerra en Siria e Irak se ha convertido en una Cruzada donde se cruzan intereses religiosos, económicos y geopolíticos
Las “fatwas” o edictos religiosos del famoso ulema egipcio son un banderín de enganche para miles de jóvenes musulmanes, lo que representa una amenaza añadida. La llegada masiva de nuevos yihadistas a los escenarios sirio e iraquí para combatir a los soldados rusos, pondría más cuesta arriba la derrota del Estado Islámico.
Con el llamamiento de la Iglesia Ortodoxa Rusa a la “guerra santa” y de los clérigos wahabitas a la “yihad contra el infiel”, se ha acentuado la dimensión religiosa del conflicto sirio-iraquí que se une al carácter “mundial” por la presencia en el campo de batalla de China, Estados Unidos y la OTAN.
Fuentes de inteligencia árabes manejan abiertamente el término de “Cruzada” del siglo XXI para referirse a las fuerzas militares occidentales actualmente presentes en Siria e Irak.
Un conflicto donde se cruzan intereses religiosos bajo las banderas de la “guerra santa” de unos y otros contendientes, intereses económicos por el control del petróleo y gas de Oriente Medio, e intereses geopolíticos de las grandes potencias.