La investigación policial se inició a raíz de una comunicación recibida en el correo electrónico de atención al ciudadano de la Policía Nacional, redesabiertas@policia.es, donde se denunciaba que el vídeo había sido colgado en la conocida red social. Las imágenes prueban que el youtuber condujo un vehículo de alta gama a 233 km/h en una vía de servicio de la carretera M-45, sentido Valencia, limitada a 80 km/h.
En su canal, dedicado al mundo del motor, suele colgar vídeos sobre pruebas que efectúa con los vehículos, y comenta los puntos positivos y negativos de cada coche y las reparaciones que él mismo realiza. Este canal cuenta con más de dos millones de suscriptores y más de 445 millones de visualizaciones. A los cuatro días de su publicación, el vídeo ya contaba con 1,3 millones de visualizaciones.
Tras la visualización minuciosa del vídeo denunciado, los agentes lograron identificar el tramo de la vía donde se produjo el delito contra la seguridad vial, al propietario y al conductor del vehículo.
El vehículo utilizado para la comisión del delito era un coche de alta gama que uno de sus seguidores le había prestado para que lo probase y publicase en su canal. En su toma de declaración, el propietario del vehículo reconoció su disconformidad con el conductor por el hecho de que se hubiese mostrado la matrícula del coche en el vídeo y de que probara en la vía pública la velocidad que podía alcanzar.