El Consejo de Ministros ha fijado hoy el límite de gasto no financiero de 2021, el conocido como techo de gasto, “un paso imprescindible para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado”, según apuntó la portavoz el Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en rueda de prensa en Moncloa.
Montero aseguró que ese límite de gasto no financiero para 2021 “no admite comparación con ejercicios pasados”, porque se trata del techo de gasto de unos Presupuestos que nacen para combatir la mayor pandemia a la que se ha enfrentado el mundo en el último siglo y engloba parte de los fondos europeos y transferencias extraordinarias a la Seguridad Social y a las Comunidades Autónomas.
En este sentido, anunció que el límite de gasto para 2021 “crece de forma notable” y se sitúa en 196.097 M€, para ayudar al crecimiento económico, dar mayores oportunidades de empleo, combatir la desigualdad y hacer “que nadie se quede atrás”, como ocurrió en la crisis anterior.
“Una cifra relevante que refleja la ambición de este Gobierno para que los Presupuestos de 2021 marquen un antes y un después en la configuración del modelo productivo y de nuestro tejido social” y para que nos permitan “abordar de forma intensa las transformaciones que necesita nuestro país para lograr las cotas de bienestar que este Gobierno progresista quiere alcanzar ene esta legislatura”. “Un Presupuesto extraordinario, que está llamado a poner las bases para el cambio de modelo productivo y hacer una España más ecologista, más cohesionada, más justa, más formada y a canalizar los recursos procedentes de la Unión Europea”, dijo.
Asimismo, Montero volvió a hacer un llamamiento a todas las formaciones políticas “a realizar sus aportaciones a un Presupuesto que queremos que salga adelante con el máximo apoyo posible”. “Hoy, más que nunca, es el momento de sumar”, remarcó.
Suspensión de las reglas fiscales
La portavoz de Gobierno recordó que, siguiendo las recomendaciones de las autoridades comunitarias e internacionales, “el acuerdo de hoy suspende las reglas fiscales en 2020 y 2021, por lo que queda anulada la senda de estabilidad vigente y no se aprobarán unos nuevos objetivos de estabilidad que acompañen al techo de gasto”. Una suspensión que, según explicó, también viene amparada por la Constitución Española, que establece que los límites de déficit y deuda pueden suspenderse en caso de catástrofes naturales, pandemia, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria, si así lo determina el Congreso. Por tanto, anunció que para proceder a esta suspensión, el Consejo de Ministros ha acordado hoy “solicitar al Congreso de los Diputados que declare que efectivamente nos encontramos ante una pandemia”, es decir, una situación de emergencia.
Sin embargo, Montero quiso resaltar que el Gobierno no renuncia al principio de estabilidad presupuestaria. “Se suspenden las reglas fiscales, pero no se suspende la responsabilidad fiscal del Gobierno ni del conjunto de Administraciones Públicas. Tampoco se suspende el principio de prudencia a la hora de realizar los Presupuestos y estimar la evolución de los ingresos y gastos públicos”, subrayó.
De hecho, anunció que, aunque no existen objetivos de estabilidad, el Gobierno ha fijado unas tasas de déficit de referencia para 2020, que sirven de guía para las Administraciones Públicas y que será del 11,3%, repartido de la siguiente forma: un 2,4% para la Administración Central, un 2,2% para las Comunidades Autónomas, un 3% para la Seguridad Social y un 0,1% para las Entidades Locales. Sin embargo, “el Estado asumirá 31.882 millones de déficit de la Seguridad Social y las Comunidades Autónomas” y, por tanto, el déficit de referencia de la Administración Central en 2021 será el 5,2%, el de las Comunidades Autónomas bajará a la mitad, 1,1%, y la Seguridad Social pasará de un déficit de referencia del 3% al 1,3%.
En cualquier caso, insistió en que la intención del Gobierno es empezar a reducir el déficit a partir del próximo año y por ello el déficit de referencia para España en 2021 será del 7,7%, “una de las mayores reducciones del déficit jamás registrada en nuestro país”, dijo.
A juicio de Montero, “lo más importante es que esa reducción del déficit no se hará con recortes ni generando más desigualdad, como ha ocurrido con gobiernos anteriores aferrados a la austeridad. Ahora hablamos de una reducción del déficit compatible con una política de fortalecimiento del Estado del Bienestar y de mayor justicia social. En definitiva, que inicia un camino de la consolidación fiscal, pero sin dejar a nadie atrás”.
Previsiones económicas
Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha dado cuenta del informe de situación de la economía española.
Calviño explicó que, a pesar de la necesaria prudencia, a nivel mundial y de la zona euro “hay una previsión económica para este año ligeramente peor de la que se tenía en primavera, pero una previsión mejor para 2021”, cuando se espera “una fuerte recuperación de la economía”.
En este sentido, señaló que, tras el periodo de hibernación, “se mantiene la senda de recuperación de la economía española”. Así, explicó que “como consecuencia de las medidas de contención y de caída de la demanda internacional, durante el segundo trimestre del año el PIB cayó más lo previsto, pero, por el contrario, el tercer trimestre se ha comportado mejor de lo esperado con un crecimiento estimado del PIB del 13%”. “Una previsión que confirma la importancia de atajar rápidamente los brotes de la pandemia para mantenernos en esta tendencia positiva”. En definitiva, avanzó que la caída estimada del PIB en el conjunto de 2020 está “en el entorno del 11%”, dijo.
En relación con el empleo, Calviño avanzó que “mejora la previsión de evolución del empleo, en buena medida por el efecto de los ERTES y se espera una tasa de paro en 2020 en el entorno del 17%. Y respecto a la deuda, el Gobierno estima que cierre en torno al 118% del PIB.
En conclusión, la vicepresidenta económica subrayó que “con todas las incertidumbres y cautelas, la recuperación de la economía española está en marcha”. Asimismo, “las medidas adoptadas desde marzo han permitido amortiguar el impacto social y económico de la pandemia y proteger así una base de tejido productivo y de empleo sobre la que construir la recuperación”, apuntó.