Así lo aseguró durante su comparecencia en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso de los Diputados, donde resumió la labor que ha realizado su Ministerio para cerrar el curso pasado e iniciar el actual en plena pandemia del Covid-19.
Castells hizo en una breve intervención inicial que rondó el cuarto de hora de duración, en la que aseguró que “las universidades están mejor preparadas” porque durante el verano se ha trabajado en digitalización, preparación del profesorado y equipamiento telemático y digital.
No obstante, apuntó que ese tipo de medida sancionadora habrá que dialogarla con los estudiantes, “no contra ellos”. “Esos comportamientos son menos frecuentes en los jóvenes de lo que se dice”, recalcó, indicando que los focos de contagio se dan más en reuniones familiares y de amigos, “no necesariamente de jóvenes”. “Se está exagerando en los medios”, lamentó.
Asimismo, el ministro aseguró que la pandemia “no se reduce con un policía detrás de cada persona, sino desarrollando la conciencia cívica y personal”. “La responsabilidad individual no puede ser sustituida por un control policiaco”, añadió, subrayando que “el Gobierno y las comunidades autónomas no quieren volver al estado de alarma”.
El ministro también subrayó durante su turno de réplica que “los temas más urgentes” en los que trabaja son la reducción de las tasas universitarias, conceder más becas y desarrollar el estatuto del Personal Docente e Investigador (PDI), prioridades que justificó “porque estaba en el programa y los programas se cumplen aun en medio de la tormenta”.
Castells se adentró en otras cuestiones que también preocupan al mundo universitario como la contratación de docentes, que condicionó a la aprobación de las nuevas cuentas públicas. “Seguimos trabajando con Presupuestos de la austeridad, contradictorios con nuestras políticas”, lamentó.
También defendió la descentralización como “lo más eficaz”, “constitucional” y moderno” que se puede hacer en un mundo “cambiante”. “El ordeno y mando en este país no funcionó”, añadió, justificando la lentitud de su labor porque busca el consenso con los actores implicados, para por ejemplo llegar a un PDI “lo más consecuente” con la situación.
Los portavoces de varios grupos de la oposición argumentaron que Castells ha estado “desaparecido” al frente del Ministerio desde que se declaró la pandemia.
María Jesús Moro, del Grupo Popular, recordó al ministro que su partido sigue “esperando” que se reúna con ellos. “El sistema universitario español ya no espera nada de usted y es una pena porque usted tiene mucho que aportar”, aseguró, insistiéndole en “que no mire para otro lado” en medio de la pandemia, donde según la diputada el ministro ha tenido “una posición contemplativa” como “un árbitro en un partido de tenis”. “La dimensión del reto es muy grande” y las condiciones son “extraordinarias y cambiantes” por la pandemia, añadió, reclamando su papel como “capitán del barco que marca la ruta” y debe de ser “el último en abandonar”.
Por el Grupo Vox, Pedro Fernández, recordó a Castells que el propio ministro había reconocido que no entendía la utilidad de su departamento o que “no había plan B” para el inicio de curso. El diputado también afeó la “cortita intervención” del ministro y que se aplicara en sus quehaceres durante septiembre cuando surgieron rumores de que el Gobierno iba a dejar de contar con él. “Es esclavo de sus palabras”, recalcó, comparando el número de iniciativas impulsadas por su grupo en el Parlamento frente a las promovidas por Castells.
La diputada de Ciudadanos Marta Martín aseguró que el ministro “se siente más un espectador que un miembro del Gobierno”. “Es verdad que hay que respetar la autonomía universitaria, pero aparte de coordinar tiene que garantizar que el acceso a la educación se da en igualdad en todo el territorio”, le dijo, lamentando que “su postura ha provocado algunos perjuicios importantes” y, por eso, le pidió “tomar las riendas”. “Si no quiere hacerlo que deje paso a quien quiera hacerlo e implicarse”, añadió, subrayando, entre otras cuestiones se deben homologar unos 30.000 títulos universitarios.
Sergi Miquel i Valentí, del Grupo Plural, confesó que no se había quedado “satisfecho” con la intervención del ministro y que esperaba que tanto el ministro de Ciencia, Pedro Duque, como Castells “rindieran al máximo”. “Hay una sensación generalizada de que durante la pandemia la gestión de algunos ministerios no ha sido así. Esperaba una intervención más completa que esta de 15 minutos, más que nada para justificar el trabajo de su Ministerio durante estos meses”.
La diputada del Grupo Republicano Montserrat Bassa destacó que “el debate más candente es el Estatuto del Personal Docente e Investigador”. “Su propuesta está muy lejos de lo que debería”, aseguró, apuntando a que no resolverá la precarización del profesorado. “Era perentorio acelerar el estatuto” y con la implicación de “todas las partes”, en vez de “dormirse en los laureles”, subrayó.
Por el Grupo Mixto, Tomás Guitarte (Teruel Existe) insistió en la brecha digital que sufren algunos universitarios por la falta de banda ancha y la dificultad de desplazarse y preguntó si “se le puede decir a un alumno que no vaya a clase porque no cumple el protocolo” y si se impulsará la contratación de docentes.
Desde el Grupo Vasco, Josune Gorospe, subrayó la necesidad de que se actúe “con seguridad y flexibilidad”, trasladando más que certezas, “sosiego” para un trabajo colaborativo en este contexto de “mucha incertidumbre”. La parlamentaria también reclamó la descentralización y “avanzar en la autonomía competencial”, subrayó que “la formación online no puede sustituir a la presencial en todos sus términos” y puso en valor “el rol de las agencias de evaluación en todos estos cambios para que no redunden en la reducción de la calidad educativa”.
Los dos representantes de los grupos de los partidos que conforman el Gobierno de coalición agradecieron lo que ellos entienden una buena gestión de Castells. Así, el socialista Roberto García Morís consideró que sobre la mesa hay “hechos” frente a las estrategias de “desgaste” de los partidos de la oposición. Esos hechos serían las políticas de tasas y becas universitarias. “A eso lo llaman ustedes no trabajar y estar desaparecido”, cuando, subrayó, “se están empezando a revertir los recortes” del PP en las políticas educativas.
También agradeció su trabajo a Castells la portavoz del Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, María Márquez. “Estamos convencidas de que el Ministerio está trabajando por la seguridad, en un sentido amplio”, aseguró, y que lo está haciendo desde el “consenso”. La diputada también aprovechó para afear la gestión de las políticas universitarias de autonomías lideradas por el PP como Andalucía y Madrid e invitó a crear “un banco de buenas prácticas” en el que las universidades se intercambien planes de éxito para hacer frente a la crisis.
En respuesta a estas dos intervenciones, Castells recordó que, desde marzo, ha realizado 31 entrevistas con agentes sociales y dirigido 30 más con equipos del Ministerio, ha asistido a comparecencias parlamentarias y a “múltiples actos institucionales” y 17 entrevistas en los medios. “Si hago una entrevista en ‘Carne cruda’ parece que es comer carne cruda, pero es lo que siguen los jóvenes”, ironizó. “Tampoco he desaparecido. Prefiero trabajar a comunicar”, zanjó, calificando lo de su “ausencia ficticia” de la gestión como una 'fake news'.