3ª GUERRA MUNDIAL

Confirmadas las reuniones secretas entre Estados Unidos y Rusia para acabar con el Estado Islámico

Enrique_MONTÁNCHEZ | Lunes 21 de septiembre de 2015
El periódico alemán “Bild am Sonntang” ha confirmado reuniones secretas entre los servicios de inteligencia norteamericanos y rusos en el marco de una mejoría de las relaciones OTAN-Rusia, como adelantó en exclusiva MIL21 el pasado 3 de agosto. Los encuentros facilitan que ambas potencias vuelquen sus esfuerzos militares en combatir al Estado Islámico.

El diario alemán desvela reuniones en Moscú entre altos funcionarios de la CIA y el SVR (el servicio de inteligencia exterior de Rusia) citando fuentes de los servicios secretos norteamericanos. El objetivo de las mismas sería coordinar la cooperación militar en la guerra contra el Estado Islámico en Siria.

El número cada vez mayor de combatientes yihadistas y el flujo constante de refugiados sirios hacia Europa, ha obligado a las dos potencias a actuar juntas, asegura el periódico de mayor circulación en Alemania.
La información de “Bild am Sonntang” ratifica la desvelada en agosto por MIL21 sobre reuniones secretas entre el Pentágono y el Ministerio de Defensa ruso
MIL 21 desveló el pasado 3 de agosto que altos mandos militares norteamericanos y rusos negocian en secreto medidas para reducir la tensión entre la OTAN y Rusia que ha llevado a los dos bloques a un nivel de enfrentamiento desconocido desde el final de la Guerra Fría hace 25 años, información basada en fuentes de inteligencia europeas.

“Las reuniones -agregaba este periódico- se celebran en un país del norte de Europa con el visto bueno de la Casa Blanca y el Kremlin, y han sido impulsadas por altos mandos militares del Pentágono y el Ministerio de Defensa ruso”.

Esas reuniones han sentado las bases de un cierto deshielo entre Washington y Moscú, aunque de cara a sus respectivas opiniones públicas los responsables políticos y diplomáticos de ambas potencias lancen críticas sobre cuestiones concretas.

El diálogo entre Estados Unidos y Rusia estaba roto desde que en marzo de 2014 Moscú se anexionó la península de Crimea.

Kerry, a favor de destruir al Estado Islámico



El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier (SPD), apuntó la pasada semana que la crisis siria se movía de nuevo después de que su homólogo estadounidense, John Kerry, afirmase que la ayuda de Estados Unidos a Rusia es bienvenida y que el Estado Islámico “debe ser destruido completamente”. Kerry aseguró que el presidente Obama ve las conversaciones entre militares de ambos países como un paso importante.

Por su parte, los ministros de Defensa de Rusia y Estados Unidos, Sergei Shoigu y Ashton Carter, respectivamente, hablaron por teléfono el viernes 18 de septiembre para coordinar los esfuerzos militares rusos y norteamericanos. Ambos acordaron mantener una línea abierta de comunicación.

Este escenario de colaboración militar al máximo nivel político echa por tierra los desmentidos iniciales de Moscú al asegurar que solo enviaba material de guerra y personal para adiestrar al Ejército sirio. Ahora es evidente que tropas rusas combaten sobre el terreno al Estado Islámico.

Según “Bild am Sonntang” para Estados Unidos el dictador Bashar al-Asad “sigue siendo el problema y no la solución”, pero todo indica que en estos momentos el futuro del régimen sirio ha pasado a un segundo plano para no enturbiar las conversaciones ruso-norteamericanas.

La CIA facilita información secreta a Rusia



El periódico alemán apunta que la CIA está facilitando a los servicios de inteligencia rusos información ultra secreta sobre el Estado Islámico. Es un hecho aceptado que el Estado Islámico recibió inicialmente apoyo técnico de Estados Unidos con financiación de Arabia Saudí y Qatar para derribar al régimen de Bashar al-Asad, siguiendo un modelo similar al empleado para derrocar al también dictador Gadafi en Libia.

De acuerdo con cifras de la ONU, más de 220.000 personas han muerto en Siria desde que comenzó el conflicto hace cinco años, 11,5 millones de sirios han abandonado sus hogares, de los cuales 4 millones habrán llegado a Europa al finalizar el año.

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