En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, Guerra expuso los motivos por los que ha firmado, con varias decenas más de exministros y exaltos cargos de apoyo al rey emérito. A partir de la existencia de las redes sociales, denunció, “la condena se da con la acusación”, y la presunción de inocencia “ha desaparecido para todo el mundo”.
Guerra reconoció que la supuesta existencia de una cuenta opaca en Suiza y el presunto manejo de dinero procedente de comisiones irregulares por parte del rey emérito tendrán que ser dilucidados por los tribunales, pero “desde el punto de vista ético y el decoro” presumible a toda institución “claro que es reprobable”.
Sin embargo, precisó, de ahí no se puede pasar a lo que considera “una especie de cacería” no solo contra el rey emérito sino contra la propia existencia de la monarquía como institución.
Subrayó que después de una larga dictadura, el dictador entregó todos los poderes a Juan Carlos I, que decidió “renunciar” a esos poderes convencido de que la soberanía debía estar en el pueblo, y más tarde fue quien paró el intento de golpe de Estado de algunos “nostálgicos” de aquel régimen. Todo eso “no se puede tirar al estercolero de la historia”, alertó, sin caer “en una ingratitud manifiesta”.
En su opinión, los ataques al rey se dirigen en realidad a la Constitución, lo que implica “que se pretende otro sistema”, lo cual es “legítimo”, pero teniendo en cuenta que aún sobreviven algunas “rémoras del cainismo de la política española”.
Alertó, en ese sentido, de que “hay cosas que tienen que hacerse de una vez para poder vivir en una democracia sin sobresaltos”. Una es que la derecha condene el golpe militar de 1936 y la dictadura posterior, y otra es que la izquierda “deje de autoengañarse con la idealización de la Segunda República”.
El paralelismo entre monarquía y dictadura, por un lado, y república y democracia, por otro, no tiene sentido, a juicio de Guerra, una vez que se instaura una monarquía parlamentaria que, a la vista del contenido de la Constitución, “también podría llamarse república coronada”.
Reiteró, en esa línea, que el contenido de la Constitución “cumple con todos los requisitos del programa republicano”, y que populistas y nacionalistas, cuando atacan la monarquía, en realidad están pretendiendo “atacar al sistema”, y en las actuales circunstancias, “con lo que estamos viendo en el Parlamento” y en algunos parlamentos autonómicos, como el de Cataluña, no hay sustento para hacer una nueva Constitución. “Quien crea que eso es fácil se está autoengañando”, advirtió.
"NO HA DEBIDO" SALIR DE ESPAÑA
Más allá del contenido del manifiesto en defensa del rey emérito, Guerra expresó su opinión personal de que “no ha debido” salir de España, y que esa gestión “no se ha hecho bien” porque se ha “obligado” a Felipe VI a “ir quitando capacidad” a su padre. Aunque la intención fuera fortalecer a la institución, objetivo que no cuestiona, cree que el resultado ha sido el opuesto.
En la conciencia popular, argumentó, “que un hijo repudie a su padre” no es visto como una actitud de las que pueden ser “generadoras de confianza, sino al contrario”. Por ello, aunque pretendieran defender la monarquía, “quienes han ido empujando” en esa línea “se equivocan”.
Sobre el destino elegido por Juan Carlos I, Emiratos Árabes, aseguró que no tiene “ni idea” de los motivos ni sobre si es adecuado o no, pero apuntó a que quizá “habría que dar algún tipo de explicaciones” dado que todos los actos del rey, aunque sea emérito, dijo, son refrendados.
Guerra cree que la carta que Pedro Sánchez envió a la militancia del PSOE defendiendo la monarquía como pieza clave del ordenamiento constitucional es “una rectificación, con la que yo estoy profundamente de acuerdo”, después de que la situación se le “escapara de las manos”. “Se empuja”, explicó, “y cuando uno se da cuenta se genera una posición que no es la pertinente”.
Preguntado sobre si se siente cómodo con el PSOE gobernando en coalición con Unidas Podemos, aseguró que se siente “tan incómodo” como Pedro Sánchez, “que nos avisó a todos de que no podría dormir teniendo al vicepresidente que tiene”. Aunque siendo jefe del Ejecutivo seguramente “nunca se duerme bien”, cree que estando acompañado por Pablo Iglesias “seguramente duerme menos”.