Sánchez ha enviado una extensa carta a los militantes del PSOE en la que se refiere a las presuntas conductas “reprobables” de Juan Carlos I y en la que afirma que “todo responsable público debe rendir cuentas de su conducta, y así sucederá sin excepciones”.
Sin embargo, reitera que una conducta irregular “compromete a su responsable, no a la institución”, y asegura que el PSOE “se siente plenamente comprometido con el pacto constitucional en todos sus términos y extremos”.
Subraya, en ese sentido, que la Constitución no fue “una cesión ni una concesión”, sino “una conquista alcanzada con la lucha y el sufrimiento de los demócratas antifascistas”. “El peor error que podemos cometer es regalar a los conservadores la exclusividad del legado constitucional”, advierte.
Así, “como partido fuimos arquitectos de una Constitución que propició una de las 20 mejores democracias del mundo” y que ampara derechos sociales amplios que invocamos y que queremos extender y hacer efectivos. Y reconoce y ampara la pluralidad territorial de las nacionalidades y regiones que componen España”.
“La monarquía parlamentaria es un elemento de ese pacto, no todo el pacto. Todo el pacto es la Constitución y no se puede trocear y seleccionar a capricho. Somos leales a la Constitución, a toda, de principio a fin. Y la defenderemos a las duras y a las maduras”, sentencia.
Sánchez explica en esa carta que a los socialistas les ha tocado “la responsabilidad de dirigir el país en una situación muy grave”, en la que “necesitaremos toda la responsabilidad y todo el esfuerzo de todos y todas para estar a la altura”.
“Sabemos cómo hacerlo”, prosigue, y “seguiremos trabajando con los mismos principios que nos han guiado: defenderemos las instituciones de nuestra Constitución democrática esforzándonos por dotarlas de la máxima ejemplaridad, buscaremos la unidad y el máximo acuerdo frente a la división y velaremos para que prevalezca la justicia social y nadie quede atrás, abandonado a su suerte”.
El presidente reflexiona en la carta sobre la formación del Gobierno de coalición y sobre la gestión de la pandemia y sus consecuencias, y subraya que la reactivación “ya empieza a reflejarse en las cifras de empleo y de actividad económica”, aunque queda por delante la “tarea colosal de la reconstrucción de nuestra economía, la recuperación”.
Para esa tarea, apela a la “necesaria” unidad y asegura que los socialistas trabajarán para alcanzarla “con todas las fuerzas políticas dispuestas a arrimar el hombro para aprobar los presupuestos de la recuperación”, y para preservar instituciones “robustas” dotadas de la fuerza que otorga la “ejemplaridad”.