En sendas entrevistas en Antena 3 y en Telecinco, Bal explicó que Ciudadanos no estaba al corriente de la decisión de Juan Carlos I de trasladar su residencia fuera de España, a pesar de que horas antes de hacerse pública habían mantenido una reunión con miembros del Ejecutivo, encabezados por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
“Nos enteramos a la vez que todos los ciudadanos”, cuando se hizo público el comunicado de la Casa del Rey, explicó Bal, comprensivo con la “discreción” con la que es necesario llevar este tipo de asuntos por parte del Gobierno.
Sobre la decisión en sí, reiteró que Ciudadanos no tiene más que expresar su “profundo respeto”, así como su apoyo a Felipe VI, que “se ha comportado de manera ejemplar y salvaguardando el buen nombre de la Corona”.
Bal subrayó el papel jugado por Juan Carlos I en la “transición modélica” de España desde una dictadura a un Estado de Derecho, y sobre los presuntos delitos por los que está siendo investigando se limitó a subrayar la necesidad de dejar trabajar a la Justicia.
Los jueces son independientes, enfatizó, “a pesar de los ataques que reciben por parte de miembros del Gobierno, que “aprovechan el río revuelto” para tratar de “confundir” a la opinión pública y, a partir de decisiones de “personas concretas”, tratar de erosionar al conjunto de la institución de la Jefatura del Estado.
En ese sentido, consideró “inoportunas” e “inadmisibles” las declaraciones del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y de la ministra de Igualdad, Irene Montero, miembros de un Ejecutivo que han prometido acatar la Constitución delante del Rey.
Bal insistió también en que su reunión con varios miembros del Ejecutivo, entre ellos la vicepresidenta primera, fue “con todo el Gobierno”, no sólo con la parte del PSOE, como mantienen desde Unidas Podemos. “No vamos a perder ni un minuto en estas polémicas estériles”, aseguró.