Las multinacionales del petróleo han pactado bajar el precio del barril de crudo hasta 20 dólares con el fin de hundir la creciente competencia de los coches eléctricos. Informes encargados por las petroleras aseguran que en diez años peligrará su multimillonario negocio global.La hegemonía energética que desde hace 130 años mantienen en todo el mundo las “siete hermanas”, nombre con el que se conoce a las principales compañías que dominan el negocio del petróleo, está a punto de venirse abajo ante la llegada al mercado de coches eléctricos cada vez más eficientes.
El cártel petrolero que promueve guerras en todo el planeta para que la humanidad siga dependiendo del combustible fósil y mantener con ello la preponderancia del motor de gasolina frente a fuentes alternativas como el motor eléctrico o de hidrógeno, tiene sus días contados.
Informes elaborados por Shell, Exxon, British Petroleum, Chevron, Total y Sinopec revelan que de seguir el actual ritmo de desarrollo de motores eléctricos y baterías, en una década el negocio de la extracción, refino y distribución del petróleo comenzará a dar pérdidas.
Temor entre los jeques del petróleo
Hasta ahora, la OPEP disminuía la producción mundial para mantener el precio del barril por encima de los 100 dólares. En sus últimas reuniones secretas, convocadas a iniciativa de jeques del Golfo Pérsico, las petroleras han llegado a la conclusión de que el alza del crudo durante todos estos años les ha reportado cuantiosos beneficios, pero en paralelo ha ido creciendo una industria alternativa al combustible fósil más sólida cada día.
Las petroleras tienen perdida la batalla de la contaminación ante los coches eléctricos
Infravalorada y desprestigiada por los grandes medios de comunicación controlados por las petroleras, las industrias del coche eléctrico han demostrado que estos vehículos son viables y no emiten contaminación alguna en un mundo cada vez más sensible a las emisiones de gases tóxicos producidos por los motores de combustión.
La fabricación en serie de potentes y eficaces aerogeneradores eléctricos ya significa, en países desarrollados, un importante ahorro de crudo. Es decir, miles de millones de dólares que las multinacionales petroleras han dejado de ingresar en beneficio de las eléctricas.
Durante décadas los equipos jurídicos de las “siete hermanas” han comprado patentes de sistemas alternativos al petróleo para retirarlos del mercado y mantener así su hegemonía.
Pero esta situación es cada vez más difícil de sostener gracias a la información que circula por internet y a los miles de videos que se suben a diario mostrando motores y sistemas alternativos al petróleo.
Este es el caso de los coches Tesla -nombre en honor del inventor serbio- cuyas baterías pueden mover un motor eléctrico durante 500 kilómetros sin necesidad de ser recargadas. De hecho, todas las marcas ya disponen de modelos eléctricos con increíbles prestaciones y baterías más eficaces. Incluso Porsche acaba de presentar un modelo eléctrico con una autonomía de 450 kilómetros con sólo 15 minutos de recarga. Ante estas evidencias los políticos tienen mayores dificultades para defender ante sus electorados el uso del petróleo.
Apple trabaja en secreto la fabricación de su coche eléctrico
Para colmo, la empresa de la manzana, Apple, con una liquidez de miles de millones de dólares, inicio en secreto hace dos años el desarrollo de un coche eléctrico. El proyecto cuenta con centenares de ingenieros especializados que en cualquier momento anunciarán un vehículo totalmente revolucionario.
Si el coche eléctrico triunfa en diez años las gasolineras se quedarán obsoletas
Las sucesivas bajadas del precio del barril de crudo no sólo se deben a un exceso de la producción y al parón de la economía china. Forman parte de la estrategia de las petroleras para evitar que en diez años las redes de distribución de combustible se queden obsoletas, como ocurrió con las empresas de alumbrado público por farolas de gas que tras el invento de la bombilla por Tomás Edison en 1879, cayeron en bancarrota porque no creían en la electricidad y despreciaron el invento.
Objetivo: Bajar a 20 dólares el barril
Los jeques árabes son los únicos productores que pueden aportar al mercado crudo de sobra y que el precio del barril caiga a los 20 dólares, como medida para frenar el desarrollo de energías alternativas y que la investigación en vehículos eléctricos no sea económicamente viable.
Según supo MIL21 en fuentes diplomáticas árabes, las autoridades de Estados Unidos ven con buenos ojos la estrategia adoptada por las petroleras porque, además, coincide con los intereses de Washington: reducir los multimillonarios ingresos de la Rusia de Putin por sus exportaciones de crudo y gas natural.
La maniobra de las “siete hermanas” permitirá someter a dos decenas de pequeños productores -noruegos, venezolanos, nigerianos, guineanos- que distorsionan un mercado liderado tradicionalmente por las monarquías del Golfo Pérsico, con Arabia Saudí a la cabeza.