Pedro_Canales | Jueves 10 de septiembre de 2015
El deshielo iniciado con Teherán tras la firma del acuerdo nuclear abre posibilidades insospechadas para la industria española. Como contrapartida, Irán busca aliarse con España, el país occidental menos beligerante con la revolución islámica jomeinista.
La visita del responsable de la diplomacia española García-Margallo a Teherán acompañado por los ministros de Industria y Fomento, deja claras las intenciones del Gobierno de Mariano Rajoy: entrar como actor de primer orden en el nuevo escenario geopolítico creado en Asia Central y Oriente Próximo tras la firma del acuerdo nuclear y participar activamente en la reorganización industrial del país de los Ayatolás.
El mapa geopolítico regional se está modificando después de tres décadas de ostracismo de Teherán debido al cerco político y económico por parte de Estados Unidos y sus socios europeos.
Informe sobre Irán
Los servicios de inteligencia españoles han trasmitido al Ejecutivo de Rajoy un extenso Informe sobre Irán, del que Mil21 ha conocido lo más relevante. En el mismo se destacan los siguientes puntos:
- Si Irán cumple los requisitos impuestos por el acuerdo nuclear bajo supervisión de la ONU, las sanciones serán levantadas.
- Los países árabes del Golfo, de obediencia suní, han sido los primeros en reaccionar, ante el previsible renacimiento iraní y el expansionismo chiíta.
- Arabia Saudí ha organizado un "frente de guerra" contra la insurrección huzí en Yemen, a fin de evitar que el régimen yemení entre en la órbita iraní, como está ocurriendo con Iraq.
- La virulencia verbal del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ante el Congreso norteamericano denunciando el “error histórico” que supone el acuerdo nuclear, no ha logrado disuadir a Washington, que considera que la influencia regional e internacional de Israel es cada vez menor, mientras que el peso geopolítico de Irán crece cada día.
- Irán extiende su influencia militar en Iraq y Yemen, y la político-militar en Líbano y Siria. 37 años después de terminar la guerra entre Irán e Iraq, en las calles de Bagdad ondean banderas iraníes y retratos del Ayatolá Jomeiny. En Siria, el Hezbolá libanés armado por Teherán es el último reducto en la defensa de Bashar al-Asad.
- Tras las dos revoluciones que ha conocido Irán en el siglo XX, la constitucional de 1906 y la islámica de 1979, está surgiendo hoy una nueva potencia en le región con su propia cultura, nivel intelectual, capacitación técnica y científica. Fabrica sus propias armas, posee maquinaria pesada, industrias de transformación e instalaciones petrolíferas de primer orden, que tiene que modernizar.
- Si las inversiones exteriores que necesita Irán le son denegadas por Occidente, las buscará en Rusia y China. Sus principales clientes hoy día son asiáticos, China, India, Japón y Corea del Sur.
- Irán está ofreciendo nuevos modelos de contratos petrolíferos “más atractivos y conformes a la realidad del mercado internacional”, que pueden beneficiar a las multinacionales españolas de la energía.
- Irán se dispone a emprender un ambicioso plan de mejoras en sus infraestructuras en el que España puede ocupar una posición de cabeza.
Si las inversiones occidentales no llegan a Irán, las buscará en China y Rusia
- El expansionismo religioso chiíta practicado por Irán no afectará a España, cuyo referente histórico-cultural en el mundo islámico trasciende el conflicto chií-suní.
- El régimen de Teherán ve en España un “socio estratégico” que le permitirá acceder por la puerta trasera a la corte de los grandes y entrar en el área geopolítica occidental de la mano de un país que además, en estos momentos, forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
Recelo en las monarquías del Golfo
En su Informe, los servicios de inteligencia españoles se muestran partidarios de llevar una política de acercamiento profundo con Irán, cuidando las formas para no suscitar la irritación de las monarquías del Golfo, tradicionales aliadas de España.
Durante el periodo en que el régimen de Teherán se encontraba sometido al bloqueo, la predominancia de Arabia Saudí en la rivalidad mundial por el liderazgo musulmán, era innegable. Tras el acuerdo nuclear Irán recupera protagonismo y su vecino y rival disminuye el suyo.
España tiene una oportunidad histórica de entrar en un marco geopolítico nuevo y determinante para los próximos decenios: el asiático, en el que la rivalidad francesa y británica va a ser muy dura.
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