Vox ha clamado contra "la imposición lingüística en Cataluña que, como otras, se extiende por cada vértice de la vida civil" y, en este caso, "les ha tocado a los alumnos catalanes que este año se enfrentan a las pruebas de acceso a la universidad".
Casi 40.000 alumnos realizarán los exámenes preuniversitarios que garantizarán su entrada a las diferentes facultades, sin embargo, "no todos lo harán en las mismas condiciones de igualdad".
Y es que, como viene siendo habitual, "un año más se repartirán exámenes íntegramente en catalán, forzando al alumno que desee examinarse en castellano a solicitarlo expresamente ante los profesores pertinentes", lamenta la formación de Abascal.
Esta práctica, considerada una "incidencia", implica una forma de señalamiento hacia el alumno que, por cualquier circunstancia, no puede examinarse en el idioma oficial de su propio país.
Así, tal y como han señalado numerosos profesores, se señala explícitamente al alumno que quiere examinarse en su propia lengua, "dentro de su propia región y en su país".
Tal y como publica el diario El Mundo, los tribunales dieron instrucciones verbales a los docentes con indicaciones para "no informar a los alumnos sobre su posibilidad de pedir sus exámenes en castellano".
El Defensor del Pueblo se comunicó el pasado año con el Consejo Interuniversitario a este respecto. Así, Francisco Fernández Marugán indicó en su memoria, presentada en el Congreso, la "obligación de las administraciones competentes de medidas para asegurar el cumplimiento del principio de igualdad en el acceso a la universidad y, específicamente, el respeto del derecho a los alumnos a utilizar, a su elección, cualquiera de las lenguas oficiales".