Hoy nos enteramos que el gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias va a destinar 53 millones de euros a la compra de energía eléctrica generada en Marruecos en centrales de carbón.
Al parecer, nuestro consumo se ha disparado y como ya hemos cerrado siete de las quince centrales térmicas, por la política de terminar con nuestras minas de carbón, pues eso. Nosotros no contaminamos, pero compramos a los que contaminan.
Sucede algo similar con la energía nuclear. En su momento la izquierda no paraba de dar la tabarra con eso de “nucleares no”. Se canceló nuestro proyecto de construcción de centrales basadas en dicha energía porque es muy contaminante, y claro, se la compramos a Francia, que dispone de 58 plantas.
Lo que nadie dice es que aparte de pagarle a Francia la electricidad que importamos, a precio del mercado, nos tenemos que traer los residuos producidos para la energía que adquirimos.
Eso, y como tiene mala prensa, casi todas las comunidades autónomas deniegan los permisos para la construcción de depósitos nucleares…
Zapatero, mientras estuvo en el poder, se comprometió a que España fuera de las primeras en generación de energías alternativas, solar y generada por viento. Pero luego vino el Partido Popular de Rajoy y se plegó a la mafia del sector productor, frenando en seco la creación de nuevos parques e, incluso, penalizando a los hogares que instalaran placas solares en sus tejados.
Claro, luego cuando los ministros cesan, tienen puesto asegurado, muy bien remunerado, en esas eléctricas. Una vergüenza…