Entre nuestra clase política los hay de todo tipo y pelaje. Tenemos a hipócritas y cínicos, como los de Podemos, que gritaban contra la casta y en cuando se colocan se convierten en casta rancia, y con protección de fuerzas especiales de la Guardia Civil para blindarse de las caceroladas vecinales.
Tenemos a mentirosos compulsivos, como el propio presidente Pedro Sánchez, que nos repitió mil veces en campaña electoral que no pactaría con Iglesias ni con los separatistas, y al día siguiente, una vez ganadas las elecciones, pues ya saben, señores.
Y tenemos, como no, a algún payaso, como José Luis Rodríguez Zapatero. Sí, aquel que por nueve votos se hizo con la secretaria general del pesoe, birlándole el puesto a Pepe Bono, en el verano del año 2000, gracias a que a última hora Alfonso Guerra le retiró el apoyo, porque no se fiaba del de Salobre, que acaba de declarar sobre el GAL eso de que, cada palo aguante su vela.
Y luego, por la estupidez del gobierno de Aznar, en marzo de 2004, tras los famosos atentados en los trenes de cercanías de Madrid, Rodríguez Zapatero, gana las elecciones contra todo pronóstico, y se hace con la presidencia del gobierno de España. Casi nada.
Y resultó ser el político más siniestro, cuando no tonto del todo, de la reciente historia de España. Logró dividir a los españoles en dos bandos, enfrentándonos porque eso le convenía electoralmente. Se lo escuchamos en una de esas pilladas cuando se lo confesaba, en voz baja, a Gabilondo.
Nos metió de hoz y coz en una crisis económica de la que aún no nos hemos repuesto, dilapidando millones en planes propagandísticos… Colocó mujeres florero en el consejo de ministros y cuando perdió las elecciones se dedicó a hacerse millonario gracias a los dictadores bolivarianos.
Todavía desconocemos su papel de las cuarenta maletas, que llegaron a Barajas como valija diplomática en el avión de Delcy Rodríguez, repletas de algo para sobornar a políticos en España y Europa, y que suavicen la actitud hacia el narco-régimen de Nicolás Maduro.
Ahora, el defensor del Maduro, del cártel de los Soles, traficantes de cocaína, junto con las Farc, reclamado por la fiscalía de Bolivia para que explique, qué dinero cobró del traficante de cocaína Evo Morales, nos dice que es hora de que los separatistas entren a formar parte del gobierno de España.
¿Se refiere a Carles Puigdemont? ¿Se refiere al etarra Otegui?
Pues sí. Semejante merluzo, José Luis Rodríguez Zapatero, fue nuestro presidente durante dos legislaturas.