Un vídeo en el que un hombre dispara contra las imágenes de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y compañía ha desatado una vorágine de críticas y quejas que ha desembocado incluso en la persecución del portador del arma. Sin embargo, también hay quien hay quien reconoce la "libertad de expresión" en el vídeo, pese a que no cabe duda de que se trata de incitación al odio y es totalmente inaceptable.
Nos surgen ahora varias dudas, y es que en España hemos visto quemar imágenes del Rey de España, tanto del Emérito como del actual, así como desear la muerte a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incitar a hacer escraches y, en definitiva, un sinfín de acciones que también incitan al odio.
Este es el sentir de muchas personas que se han quejado a través de las redes sociales poniendo también otros ejemplos, como aquellas dianas que aparecieron sobre la cara de Pablo Casado o los monigotes ahorcados en un árbol de Santiago Abascal.
Por otro lado, recuerdan también que en su época, los mismos que ahora se quejan del vídeo jaleaban otras expresiones de violentar a la sociedad, como las caceroladas a Felipe VI en las que participaba Pablo Iglesias, dentro lo que él mismo consideraba 'libertad de expresión'.
Podríamos enumerar todas las acciones que dirigentes de Podemos, de Bildu, de IU, de ERC o de la CUP han llevado a cabo sin tanta respuesta por parte de las instituciones y del propio Estado, pero igual de condenable es un vídeo como cada acción que se ha jaleado sin respuesta alguna por parte de las autoridades.
Esperamos que, a partir de ahora, toda acción tenga su reacción y podamos llevar a cabo esa connivencia que tanta falta hace en nuestra sociedad, tenga la índole que tenga.