Mucho se ha especulado en los últimos días acerca de la reunión secreta que mantuvieron el pasado miércoles 10 de junio el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, y el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Un encuentro que, al parecer, habría sido propiciado por el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.
Por todos es sabido, y esto es algo de lo que se ha encargado el PSOE de difundir, que el contacto existente entre el Gobierno y el PP durante las últimas semanas ha sido nulo. Los reproches y las continuas acusaciones en el Congreso de los Diputados, así como las continuas llamadas de atención por la discutida gestión del Ejecutivo durante la pandemia hicieron estallar cualquier mínima posibilidad de entendimiento entre ambas partes.
Sin embargo, lo que nadie se esperaba es que el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera de mediador para lograr un primer acercamiento, algo que se pudo ver reflejado en la última sesión de control al Gobierno, cuando Sánchez recogía el guante de la bancada 'popular'.
Lo que el dirigente socialista pidió a Egea, pese a que fuentes cercanas a ambos insisten en que tan solo hablaro de "generalidades" es abrir un "canal de interlocución" entre PSOE y PP con el fin de alcanzar un acuerdo que permita luchar contra los estragos generados por la pandemia.
Esto parece que fue bien recibido por parte de los 'populares', que no recibieron de buen agrado la postura de Sánchez al mostrarse altivo ante el primer acercamiento, puesto que les pedía que dejasen a un lado la confrontación, insistiendo en la culpabilidad de los de Casado por llegar a ese punto de ruptura.
Este encuentro ha generado cierto desconcierto en las filas de Unidas Podemos, con quienes no han contado puesto que, hay un veto importante por parte del PP, e incluso de Ciudadanos, a cualquier acuerdo que forme parte del imaginario programático de los que consideran como "comunistas", que únicamente pretenden "implantar un régimen chavista en España", un ataque que no hemos parado de escuchar en los últimos meses y que, desde las formaciones más conservadoras, escudan en la gestión de los ERTEs o el controvertido Ingreso Mínimo Vital, entre muchas otras y polémicas medidas tomadas en plena emergencia sanitaria global.