Ánderson Andrés Arboleda Montaño contaba con apenas 19 años de edad. Era de Puerto Tejada, de Cauca en concreto, y su único fallo, por así decirlo, fue denunciar el delito por el que poco después perdería la vida.
Su propia madre ha relatado a medios locales que "lo sacaron como a un perro de la estación de Policía", donde fue a denunciar el trato recibido por dos patrulleros, que lo habrían golpeado "ferozmente" en la puerta de su casa tras gritarles por cometer un abuso de su fuerza sobre el joven.
Al parecer, Ánderson llegaba a casa con su novia después de haber asistido a un cumpleaños, pero dos agentes les vieron ya en la puerta y pensaron que se habían saltado la cuarentena, pese a que el joven les advirtió que estaban esperando a que les abriesen para entrar y que no iban a ninguna parte.
"Al policía le disgustó que él no obedeciera inmediatamente y empezaron a pegarle. Yo gritaba por la ventana: ¡no le peguen más, por favor!", señala la tía de la víctima a Semana, donde expone que los patrulleros llegaron a echar gas pimienta a su sobrino, lo golpearon varias veces en la cabeza e incluso le fracturaron el cúbito de un solo golpe en el brazo izquierdo.
Tras esto, huyeron. No hubo multa, ni mayor apercibimiento que la paliza que le dieron al joven de apenas 19 años frente a su novia y su tía desesperada que veía la escena por la ventana.
Cuando se disponían a denunciar, se encontraron con que el oficial no les creyó: "Nos dijo: váyanse de aquí, yo no les creo nada. Yo sé quiénes son los patrulleros de ese cuadrante y son gente decente. A esa historia le falta un pedazo y ahora no tengo tiempo para ustedes".
Ánderson se fue a dormir después de un día cargado de emociones y de rabia contenida. Sin embargo, los golpes hicieron mella mientras dormía, y no llegó a despertar. Lo único que pudieron hacer los efectivos sanitarios es confirmar 'muerte cerebral' derivada de una fractura considerable en el cráneo.
El entierro de Ánderson se convirtió en un nuevo acto multitudinario de repulsa hacia la brutalidad policial. Tal es el caso que centenares de jóvenes marcharon hasta la puerta de la comisaría e incluso algunos se encararon con las autoridades.
Pese a no haber trascendido más allá del municipio, la conocida cantante ChocQuibTown (popular en España por su colaboración con el grupo patrio Dvicio) expuso lo ocurrido en redes sociales, provocando una reacción en cadena que, dos semanas después, motivó la primera llamada a la familia por parte de la policía para preocuparse por el incidente.
Su padrastro, Fabio Torres, recuerda verlo llorar de la impotencia. La última imagen que tiene de él es saliendo de la comisaría decepcionado, callado incluso hasta llegar a casa, donde no quiso hablar más. Sus últimas palabras fueron dentro de la comandancia, de donde le echaron a patadas según la familia, y echando la vista atrás, Torres dice que "estoy seguro de que él murió bravo, desilusionado y triste".