Enrique MONTÁNCHEZ | Viernes 07 de agosto de 2015
En los tres últimos meses se ha redoblado el interés entre la comunidad de inteligencia internacional en monitorear las webs y blogs económicos para conocer de dónde salen y porqué están creciendo exponencialmente las informaciones que apuntan a una crisis sin precedentes de la economía mundial entre septiembre y octubre próximos.
Una psicosis que ya recorre las redes sociales y alerta de un evento económico catastrófico que empezaría en Estados Unidos. Las potentes divisiones de Inteligencia Económica de los servicios secretos de todo el mundo tratan de averiguar, a contrarreloj, sobre qué bases reales se sostienen estos augurios.
Sus analistas desmenuzan las opiniones de los grandes gurús económicos para saber si se generan individualmente y hasta dónde llega el efecto contagio, o si por el contrario existe una calculada operación para desestabilizar los mercados. Es decir, si hay una mano que mece la cuna de internet con la intención de crear una psicosis generalizada en los centros del poder financiero.
Se da la circunstancia de que estos gurús ya predijeron, con mayor o menor acierto, la crisis económica de 2008.
Así, el conocido inversor-especulador Doug Casey (caseyresearch.com), autor de conocidos best-sellers en los que defiende la libertad del mercado, señala que con la impresión sin freno de miles de millones de billetes algunos gobiernos están construyendo una catástrofe de proporciones históricas.
Bill Fleckenstein (fleckensteincapital.com), que predijo la crisis de 2008, alerta en la cadena CNBC que el mercado podría desplomarse en los próximos meses ya que los riesgos se han incrementado y son más graves de lo que la mayoría de la gente piensa.
Con mayor crudeza el veterano Richard Russell (financialsense.com), autor de la “Teoría de Dow”, un conocido método para analizar los mercados de valores, describe la situación: el mundo se está desinflando, la gente no quiere ver que su nivel de vida desciende y pide créditos, los políticos siguen gastando y la deuda, aumentando.
Larry Edelson (moneyandmarkets.com), uno de los mayores expertos en oro y otros metales preciosos y editor del Informe sobre Riqueza Real dirigido a inversores multimillonarios, es aún más tremendista al poner fecha al evento catastrófico: el próximo 7 de octubre comenzará el primer superciclo desde 1929 que dará lugar a una crisis financiera mundial de proporciones épicas, que afectará a mil millones de personas.
John Hussman (hussmanfunds.com), un reputado analista del mercado de valores que predijo en 2008 la recesión en Estados Unidos, también incide en que las condiciones actuales del mercado solo se han conocido en algunos momentos clave a lo largo de nuestra historia, que por lo general han terminado bastante mal. Y agrega que esta generación está expuesta a un gran riesgo.
Marc Faber (editor de The Gloom, Boom & Doom Report), economista, analista de inversiones y empresario suizo, pronostica que el mercado de valores de Estados Unidos caerá en picado hasta un 40% debido al creciente número de empresas que operan a corto plazo.
En la misma línea se expresa Henry Blodget (businessinsider.com), exanalista de investigación de valores, jefe del equipo de investigación global de Merrill Lynch durante la burbuja de las “punto.com” y editor de business insider, que ha predicho una caída del valor de las acciones estadounidenses de hasta el 50%. Y avisa a los inversores: no digas que nadie te advirtió.
Egon von Greyerz, fundador y director de Matterhorn Asset Management AG & GoldSwitzerland, empresa que aconseja a un selecto grupo de inversores mundiales en oro y metales raros que se almacenan en cajas fuertes suizas, es el más pesimista: asegura que nos dirigimos a una destrucción de la riqueza nunca antes conocida.
Argumenta para sostener tan apocalíptica afirmación que ninguna nación importante de Occidente puede pagar sus deudas: Estados Unidos es el país más endeudado del mundo y ha vivido por encima de sus posibilidades durante más de 50 años, Europa es un experimento fallido por el gasto deficitario de las políticas socialdemócratas, China es una burbuja masiva y Japón, un caso perdido. Concluye que todo ello conduce, inexorablemente, a una contracción espectacular del comercio mundial que nos llevará a ver penurias masivas en todo el planeta.
Finalmente, Michael Snyder, editor del blog El Colapso Económico (theeconomiccollapseblog.com), afirma que “algo grande” está a punto de suceder, se prolongará durante varios años y será una pesadilla.
A esta relación de predicciones agoreras se suma un inusitado repunte de la venta de monedas de oro en Estados Unidos y Europa. Las cotizadas “Gold Eagles” norteamericanas han aumentado en un 50% en el último año, y sorprendentemente casi la mitad se han venido durante el pasado mes de julio.
Puede deberse a que los ciudadanos quieran proveerse de un valor refugio como las monedas de oro ante un futuro incierto o, simplemente, que las ventas han aumentado por la caída del precio del oro en los últimos meses.
¿Se está produciendo una psicosis a nivel mundial? ¿Un efecto de bola de nieve ante el catastrofismo de los gurús económicos y el efecto multiplicador que representa internet?
Como se apuntaba al comienzo de este artículo, profundizar para saber a qué obedece se ha convertido en un quebradero de cabeza de los servicios de inteligencia. En España la División de Inteligencia Económica y Competitiva del CNI vuelca sus esfuerzos en informar a La Moncloa de si, realmente, la economía mundial se enfrenta a una crisis sin precedentes a partir de septiembre-octubre.
Un escenario de esas características haría saltar por los aires las positivas previsiones económicas del Gobierno y la base sobre la que se asienta el programa electoral del PP para las elecciones generales.
Algunos círculos vinculan las prisas de Mariano Rajoy por presentar inusualmente pronto los Presupuestos Generales del Estado a ciertos informes que tiene encima de la mesa, procedentes de la carretera de La Coruña, sede del servicio secreto español.
En pocas semanas sabremos si esos gurús económicos tienen razón o no en sus predicciones. Si no se produce evento catastrófico alguno, como es de desear, más difícil será llegar a conocer qué intereses se esconden tras esta manipulación global.
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